1PD: Bueno, ya que mis profesores se han estado portando bien, escribiré un poco, pero solo porqué mis profesores se han estado portando muy bien. Pero yo se que los exámenes se aceran... y eso será horrible D:
Capítulo 16- Velada
Yo me acuerdo estar con mi madre, era alcohólica por lo que nunca estaba en casa o, por lo menos despierta, mi hermana me quería mucho, demasiado y yo a ella. Cuando tenía unos catorce años aproximadamente, estaba en casa solo, mi madre había ido a conseguir dinero y mi madre estaba con su novio en su cuarto, yo no quería vivir en ese lugar, y prendí la televisión a mayor volumen que podía, y en eso estaba una noticia de una cierta enfermedad que se estaba esparciendo por Francia, Arabia y otros países, hasta que por fin, púes... Llego mi hermana azotando la puerta y gritándome que la apagará, me acuerdo que tenía medio sostén puesto, y el seno izquierdo estaba descubierto, yo solo me tapé la cara y apague la televisión, ella se fue y yo trate de ignorar eso, mi hermana estaba borracha, o drogada, no lo se.
Dos semanas después escuchaba a mis maestros discutir sobre una cierta cantidad de muertos en los países que había mencionado, la verdad es que no le ponía mucha atención, pero los días seguían así, hasta que llegue al punto de hartarme y buscar lo que pasaba, lo que encontré fue muy bago, así que me dispuse con un amigo hackear algunas paginas donde encontrar más información, así que empecé y al final encontré lo que quería, aún que en mi visita encontraba muchas otras cosas, pornografía, pedofilía, gore y otras cosas, todas muy extrañas. Pero lo que decía en la nota, o en las diferentes notas eran variadas, algunas hablaban de células que mutaban y contagiaban a muchas otras, o algunas que mencionaban su evolución, la verdad es que era un virus que asesinaba cruelmente, antes y después de morir.
Una semana después mi amigo se fue de la ciudad y nunca lo volví a ver, pero así comenzó, así empezó todo esto, investigue un poco de refugios y así, hasta que descubrí que a varías ciudades de mi casa, estaba un conjunto de camiones destinados para sobrevivir, y me aventure escapando de mi humilde casa gris y absurda como un gato que juego con un ratón en el agua, que desdicha me acompañaba, sin dinero, sin comida, solo unas cuantas monedas que le logre quitar a mi madre dormida.
Pero llegue y para mi suerte, apenas estaban pidiendo papeles, los entregue y subí victoriosamente. Eso es todo.
-¿Hablas en serio?
Pregunto Brun.
-Sí, eso ha sido todo, te lo aseguro. Dijo John haciendo una mueca.
-Pero bueno, me sorprende que tu solo llegarás a alcanzar los camiones. Admitió Jey tomando agua.
-Pero eso no quiere decir que seas un gran atleta. Comento Juria algo borracha ya.
-Gracias por dejarme escuchar. Agradeció Eric.
-No hay de qué, en fin iré al baño y a tomar una siesta, regresaré más tarde. Dijo John levantandoce y tomando a Vel del brazo, John no estaba en absoluto borracho a pesar de tomar unos cuatro o cinco vasos de vino y whisky.
-¿A donde vamos?
Pregunto Vel levantandoce forzosamente.
-Tu sígueme. Le dijo John.
Ya en el cuarto, John se recostó en la cama, y Vel le reclamo.
-Bueno, dime para qué me has traído.
-Bueno... Es que, quería contarte toda mi historia, no solo es eso, en sí lo es pero como un ligero resumen. Dijo Titubeante John mirando a los ojos de Vel, él veía los ojos verde obscuro y turquesa que jugaba con los brillos que hacían parecer una cristopasa pulida y cuidada, sus cabellos negros estaban estáticos con la mirada de John seria y sincera.
-Bueno... Te escucho. Dijo Vel sentandondoce a su lado.
Yo vivía en una casa llena de horror, mi hermana se drogaba constantemente y sostenía relaciones sexuales con su novio casi todos los días, y cuando él no podía, lo hacía con migo, no soportaba eso... Pero si se lo decía a mi madre, nos mataba a los dos, mi madre era de cabello amarillo pálido y seco, esponjoso y enredado, siempre salía por dinero, pero se iba a las calles transitadas en la penumbra todos los días a ser una... Una... Una prostituta que solo gastaba el dinero en alcohol y drogas, aveces llegaba o aveces no. Mi hermana se quedaba dormida en el piso con pedazos de ropa cubriéndole y aveces no, pero púes, yo la cobijaba con lo que podía, solo teníamos una televisión vieja y sucias, lleno de polvo, con las paredes sucias y desgastadas, los sillones ya no servían, te hundías en ellos como el agua y era el criadero de animales, las ventanas estaban tapadas de bolsas de papel, todas rotas y pedazos en el piso. Mi escuela era ligeramente bonita, pasto, buenos salones y todo, no me llevaba mal con nadie y tenía buenas notas, de hecho, algunas niñas de años mayores me pedían sexo a cambio de dinero, pero yo no iba a aceptar, así que mejor las ignoraba y me ponía a dibujar o ver las nubes moverse tan libremente en el cielo infinito azul celeste, como una bella hoja donde puedes pintar y expresarte, con un sol amarillo que segaba por su fuerza, pero lo soportaba, los rayos dorados del sol me calentaban un poco, siempre estaba frío, y eso no me gustaba, así que cuando acababa trabajos antes me salía al patio y me recostaba, observando y soñando con ser esas libres nubes.
Un día, mi madre llego y mi hermana también, ambas con un hombre, un maldito hombre que abusaba de ellas cuando se les antojaba, las violaba, les pegaba o aveces, hacía que ellas dos mantuvieran relaciones. Pero yo simulaba no estar, o dormido, en el piso con unas cuantas mantas escuchaba los gemidos, las palabras y peticiones de parte de mi madre y hermana.
Mi hermana aveces hacía tríos con su novio y yo, no podía negarme o si no, me corría o golpeaba su novio, nunca me gusto eso... Comenzaba desde que tenía catorce hasta que ya no podía más. Aveces comía un pan, agua, galletas o así, otras no comía nada, y algunas pocas tenía que casar gatos, perro, aves o ratas... Nuestra colonia era una verdadera mierda, no podíamos más que aguantarnos, odiaba vivir ahí, pero no podía irme, ¿quién las protegería? ¿Quién cuidaría de ellas? No había nadie, mi padre se largo con otra mujer mucho más joven que mi madre, nunca me quise acordar de su cara, ahora aunque quiera ya no puedo.
El día que mi amigo desapareció, unos hombres vestidos muy elegantemente, con trajes caros y finos, zapatos relucientes, con gafas obscuras y el cabello cortado de una manera militar, no me daban buena espina. Mi madre se levanto un poco ebria pero podía hablar y caminar, los hombres comenzaron a preguntarle cosas que ella no comprendía, pero cuando escucho que uno de esos dos hombre dijo:
-Entonces no sabe quién es la persona que la denunció?
Mi madre se volvió loca al escuchar eso, pero se contuvo, me miro fijamente pero descubrió que yo no había sido, fue mi hermana, pero ¿por qué? Así que los hombres preguntaban más y más cosas, hasta que mi madre se harto y los intentaba sacar, pero un tercer hombre con sombrero les dijo ligeramente.
-Matenlos, ya no sirven.
Mi madre se alejo y al tratar de corres para escapar pensaba que me iba a proteger pero, en cambio, me aventó por un lado y yo caí en sofá rompiéndolo en dos, aún que cualquiera hubiera podido hacer. Mi madre entro al cuarto pero al dar su primer paso adentro de la habitación uno de esos señores le disparo en la espalda, ella no emitió un sonido alguno, solo sonó el impacto, y otro en el cráneo, solo cayo y dejo correr sus sangre en un charco enorme. Mi hermana llego tomada, no era de sorpresa, pero ambos la tomaron por el cuello y las manos, el tercero se acerco y comento algo, no lograba escuchar nada, el golpe me había afectado. Tomó la daga y le corto la ropa, pero se enojo al ver que mi hermana ansiaba tener relacione sexuales con él, así que tomo la pistola y le reventó un tiro en media cara, quitandole parte de la cara con su pistola, y tirando el ojo izquierdo por un lado cerca de mí, mi vista se fue haciendo borrosa y lo último que noté fue... Como el cuerpo de mi hermana se desplomaba y azotaba contra el suelo, yo no lloré, no podía sino se darían cuenta que estaba vivo.
Cuando logre recobrar la conciencia, me levante y cheque si algo me había sucedido, pero no, solo el golpe, y un raspón en la muñeca, gire mi cabeza para ver si mi hermana estaba o mi madre. Pero, no de la manera que yo quería, estaban completamente desnudas, y unos cuantos papeles en el piso, con expresiones de horror, les tape los ojos, no resistía mucho, no quería llorar, no por eso, no por ellas. Me levante, y comprobé algo que había escuchado, cuando alguien muere saca sus desechos, estaban en un charco marrón, de sangre seca y excremento café, solo me gire, y las deje, recogí mis pocas cosas, el dinero de mi madre mi hermana y el mío, pero, yo nunca quise dejarlas, las quería a pesar de todo, así que las limpie y vestí, las deje en sus camas, recogí la casa, y las tape... Después de eso investigue los de los camiones y me puse en marcha, siempre lloraba con sus caras sonrientes cada vez que veían por lo menos mis notas, mi madre sobre y mi hermana en sus cinco sentidos, un poco de alegría no le cae mal a nadie, ¿no?
Iba comprando comida, bebidas, cuando encontré una ciudad envuelta en cáos y destrucción, entré a las tiendas, pero encontraba a tipos teniendo orgías, o cadáveres en el piso, cuando por fin, encontré una tienda, de ahí saque toda mi ropa, era buena, toma una mochila más grande, podía con ella, ya había crecido mucho, por mi larga travesía, tome unas camisas, muchos pantalones, algo de ropa interior, una pijama, cobijas, zapatos, chamarras, me quede ahí por un tiempo, cuando salí todo estaba igual, carros en llamas, cenizas y periódicos en el piso, me bañaba ahí diario, aveces dos veces al día, no había nada que hacer, siempre estaba solo, ya no sentía dolor por mi madre ni mi hermana, no lo suficiente para llorar, cuando me di cuenta, ya llevaba dos años afuera, en esos dos años crecí mucho, tuve más músculos, era más alto, mi cabello estaba más largo, pero estaba vacío. Hasta que llegue a mi objetivo.
Y en efecto entregué todos mis papeles, todo normal, pero cuando te vi en el camión, algo en ti me llamo la atención, tus ojos me decían a gritos, que te buscara. Y lo intente, por un largo rato me pregunté ¿quién eras? ¿cómo eras? ¿podría gustarte?
Por eso, te fui observando, todo el camino, estaba en el camión que siempre iba alado del tuyo, te observaba desde mi ventana, veía como te divertías con Anny, quería conocerte. Con el tiempo, te fui conociendo, aún que tu no lo creas, yo me disfrace por un tiempo por que no tenía el valor suficiente para hablarte por miedo a lastimarme o lastimarte a ti.
Era yo aquel chico con pupilentes café, un gorro negro y el cabello teñido de negro, hablaba contigo, de muchas cosas, y te fui conociendo, me enamore de ti sin darme cuentas, pero yo no sabía que tu de mí si. No podía dejarme delatar, hasta que paso el incidente y reuní el valor para sentarme a tu lado, después de mucho tiempo hablándote, conociéndote más, y no me gustaba la idea de ser falso... Por eso te cuento todo eso, por eso.. Es que fui muy rápido. Te amo Vel, dime... ¿Tu me amas?
Vel se quedo sorprendido, y respondió.
-John.. No sabía, no sé que decir. Siendo interrumpido por la mirada brillosa de John que esperaba caer en lagrimas. -Pero, si... Y-yo... Te amo, te amo John.
John se levanto y lo beso, primero solo rozo sus labios ligeramente, luego fue más y más hasta hacer contacto y seguir con un baile entre sus bocas.
-Vel, te quiero mucho ¿lo sabes?
Dijo John alejandoce un poco y mirándolo con algunas lagrimas en sus ojos que caían ligeramente calentándole las mejillas.
-Nunca me imagine que fueras aquel chico, nunca me dijiste tu nombre, ahora se porque, y me alegra tanto que me lo hayas confesado, algo me decía que tu me gustabas, pero no sabía como... Pero cuando te conocí por completo, termine.. ya sabes. Confeso Vel sentandoce en la cama.
-Gracias, no quiero que nadie me vea llorar. Comento John acostandoce en su piernas.
-No te preocupes, yo te cuidare. Dijo Vel consolando a John.
-Es que... Extraño a mi madre... Y mi hermana. Dijo entre lagrimas John.
-Pero ahora me tienes a mí para apoyarte. Menciono consoladamente Vel.
Después de eso John se quedo dormido, y Vel regreso a la sala.
-¿Y John?
Pregunto Paty algo preocupada.
-Esta dormido, esta muy cansado. Explico Vel.
-Bueno, se esta perdiendo de la fiesta. Comento Juria ya borracha.
-Díganme que no ha hecho nada. Dijo Vel.
-No, yo la cuido. Dijo Eric un poco borracho también.
Y así paso la noche, dejaron de tomar un rato y Juria quedo dormida en el sillón hasta que Eric la llevo a su cama, todos estaban bien, hablando de cosas estúpidas, John entro a la habitación, con los ojos un poco hinchados.
-¿A pasado algo?
Pregunto preocupada Jey.
-John. Dijo Vel levantandoce enfrente de John. -Pensé que...
-No te preocupes. Le dijo callándolo con un beso. -Y no ha pasado nada, solo me quede dormido.
-Que lindo. Dejo escapar Paty y Jey al mismo tiempo, seguido de eso se giraron para verse a la cara y se regresaron con un puchero, Jorge solo se río un poco.
Ya altas horas de las noches, todos se fueron a dormir.
-Te quiero. Dijo John mientras Vel se acostaba.
-Yo igual, John, te quiero mucho... Disculpa si aveces no lo parece. Confeso Vel.
-No te preocupes, todo bien. Dijo John quitandoce los zapatos, y sentandoce en su cama.
-¿Vas a dormir hay?
Pregunto Vel.
-Sí, ¿Qué quieres decir?
Regreso la mirada a Vel.
-Pensaba en que... Tu...
Dijo Vel algo sonrojado.
-Ya entiendo. Dijo John con una gran sonrisa, y se dirigió a la cama junto a Vel.
-No hagas... Nada. Titubeo Vel.
-No te preocupes, no haré nada. Dijo John mirándolo.
Sus ojos de John parecían un par de textitias grises pero con ligeros brillos dorados y sombras negras con relieves morados, con su cabello alborotad como siempre, amarillo y ondulado, se quito el pantalón y lo puso en la otra cama y la camisa quedando en una blanca de tirantes, ambos estaban en bóxer, John tenía unos azules y rayas negras se le ajustaban mucho y se lo acomodo bajándolo un poco, hacía mucho calor pero después ser volvía más frío en la madrigada, por eso las cobijas. Vel con sus ojos verdes turquesa y destellos azules le encantaban a John, parecían indefensos cuando no lo era, hace ya tiempo que se conocieron, pero eso no significaba que no hubieran crecido, Vel tenía ya quince años, pero parecía de dieseis, con su melena negra y su piel blanca, era encantador, y John tenía la edad que aparentaba Vel, pero era alto y fuerte como alguien de diecisiete o dieciocho años,ambos se acostaron junto al otro, John abrazó con el brazo a Vel y esté se estremeció un poco.
En una noche fugaz y obscura ellos dormían flacidamente acurrucados, y los demás estaban en el quinto sueño, Eric se quedo en el piso en la habitación de Juria. Los demás estaban ya en sus camas.
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