domingo, 2 de febrero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XIX

Antes de todo, vengo a dar una pequeña sorpresa, púes es una sorpresa, ya que cuando acabe la obra me gustaría buscar a alguna editorial. Y si no queda de otra púes auto-publicar. La sorpresa es;
Un nuevo proyecto. Posiblemente se llame "Acuarela"
Púes si, empezare a escribir otro proyecto, será distopico, y tendrá un personaje principal fuerte e inteligente. Solo diré que se ambienta en un mundo apocalíptico y tiene que ver con la divinidad de la muerte.

Capitulo 19-Un tercero


E
n la madrugada, van llegando los chicos al edificio y para su sorpresa Albert lo estaba esperando. Sentado en una silla y con una navaja cortando un pedazo de madera, con una chamarra negra, shorts verdes, un par de botas negras y grandes, y su collar en forma de calavera que le colgaba del cuello. Se levantó y exclamo.
-¡Malditos! ¡¿Quiénes creen que se creen?! ¡Malditos flojos!
Y miro de reojo a Paty que estaba siendo cargada por John.
-Mira, creo que alguien se ha cansado, púes no me interesa ¡Tienen un turno pendiente!
Grito fuerte a todo pulmón señalado la entrada del edificio, pero Vel se interpuso y le reclamo.
-Bueno, dime ¿crees que fácil pelear contra un montón de esas cosas? ¡Púes no!
Albert alterado le soltó un golpe en la cara a Vel, Juria cerró los ojos y los demás se estremecieron, John apretó los dientes y contrajo los músculos de sus brazos queriendo romperle la cara a Albert, pero era imposible, Vel adolorido solo levanto la cara y retomo la palabra.
-Lo siento pero, con eso no nos vas a controlar como tus conejillos de indias, y lo mínimo que nos merecemos es dormir. Siendo golpeado otra vez por Albert y John estuvo a punto de darle a alguien a Paty para ir a proteger a Vel.
-¡Ustedes no merecen nada!
Dijo Albert y soltó unas cuantas risas roncas.
Y a punto de soltar otro puñetazo a la cara de Vel, él estaba listo para recibir otro golpe y soportar el dolor, pero Togam le entrego los papeles.
-Tú nos mandaste por los datos ¿no? Púes aquí están, solo denos un rato y perdone, retomaremos la guardia la siguiente vez que nos toque. Dijo estirando la mano en dirección de Albert, y él solo le tomo y dijo:
-Está bien, descansen un poco bastardos. Y se fue.
-Maldito mal nacido. Susurro entre dientes John.
-Lo sé. Termino Vel levantando la cara, tenía el ojo un poco morado, y le salía una ligera corriente de sangre de la nariz.
-¿Estás bien?
Pregunto Jey.
-No se preocupen, solo son unos cuantos golpes. Explico él caminando hacía ellos.
-Me sorprende que se haya contenido. Comento Juria.
-¿Qué quieres decir?
Pregunto Eric.
-Si hubiese querido, le hubiera roto la nariz de un solo golpe. Explico Juria acercándose a John. -Dame a Paty.
-Pero, pesa ¿estás segura?
Pregunto John.
-Pero claro. Dijo ella y tomo a Paty con sus manos, y susurro al oído de John. -Vamos, ve a consolarlo.
John comprendió y fue en dirección de Vel, le tomo la barbilla y lo llevo dentro del edificio.

Estando ya adentro, los chicos estaban en sus cuartos terminándose de bañar, las chicas por su lado estaban en la sala hablando y comentando chistes, en el cuarto de Vel, él estaba bañándose, John escribía algo en una hoja amarilla larga y con una pluma negra.
Vel salió del baño y John lo miro, tenía la cara feliz, con una sonrisa escapada pero linda, tenía un ojo un poco morado, el labio inferior cortado y con un pequeño moretón tapado por el fleco mojado de Vel.
-Vel, ¿estás bien?
Pregunto John preocupado y levantándose deprisa.
-Claro, ¿por qué lo dices?
Cuestiono Vel un poco extrañado, hasta que comprendió. -¿Hablas de los golpes? No te preocupes, estoy bien, no duelen se irán en unos días.
-Sí pero, ese maldito ¡Quiero romperle la nariz!
Dijo enojado John, pero Vel lo tomo de la mano.
-Tranquilo, no le tomes importancia. Dijo Vel interrumpido por John.
-Pero, ¡¿cómo es que no le tome importancia?!
Exclamo John.
-Por ahora es mejor que lo dejes así, solo, cálmate. Dijo tranquilo Vel, y miro de reojo la libreta.
-Está bien, pero a la siguiente no me contendré. Comento John apretando los dedos de la mano que estaba libre.
-Dime, ¿qué es eso?
Preguntó curioso Vel.
-¡¿Qué?! No nada. Respondió alterado John.
-No sabía que te gustará escribir.
-No, no es eso.
-¿Entonces?
-Es solo... que, es una sorpresa.
-¿Cómo qué tipo de sorpresa?
-Una sorpresa.
-Dime que nos es el tipo de sorpresa que me imagino. Dijo Vel con el tono inseguro.
-No, claro que no, a menos que tú quieras. Respondió John.
-Calla. Exclamo Vel.
-Está bien. Dijo despreocupadamente John.
-¿Es un poema?
Pregunto Vel con la intensión de molestar.
-No pienso decírtelo, tendrás que esperar. Contesto John tomando la libreta de la cama y llevándosela al baño.
-Anticuado. Menciono Vel.
John volteó para responder pero se quedo sin palabras cuando se dio cuenta que el cuerpo de Vel estaba al descubierto, a excepción de una toalla rodeada en su cintura.
Su piel blanca y limpia deslumbraba, el cabello negro y alborotado le cubría un poco el ojo morado, Vel tenía una mirada extrañamente cálida y alegre, su ojo verde estaba brillante, con un tono de verde primaveral, ese verde que solo aparece en las hojas de las rosas en pleno brote, sus brazos eran un poco más grandes, tenía más músculos que antes, y más marcados, el abdomen estaba ligeramente marcado, los pectorales lo estaban, la toalla cubría su cintura hasta la mitad de sus piernas, un poco antes de llegar a las rodillas, estaba aún mojado por el agua y John se sonrojo ligeramente.
-¿Qué pasa?
Preguntó Vel. -¿Por qué te quedas mirando?
-Es que...
Dijo sin terminar John cuando la toalla se deslizo por la suave piel de melocotón de Vel que olía a jabón con esencia de rosas, Vel el sujeto antes de caerse completamente, y se volteó bruscamente cubriéndose su miembro.
-¡No mires!
Exclamo él de manera nerviosa. -¡Que no mires!
John se acerco sigilosamente y dejo la libreta en el  estante alado del closet, y estando lo suficientemente cerca, le dio una nalgada a Vel.
-¡¿Q-qué crees que haces?!
Pregunto exaltado y nervioso Vel.
-Lo siento, fue inevitable. Respondió John con unas cuantas risas.
-¡V-vete!
Exclamo Vel.
-Vale, vale me voy. Dijo John entre risas, y Vel quedó sonrojado.
Pasando unos cuantos momentos Vel se cambió, lucía una camisa negra que se pegaba un poco al torso de él, un pantalón de mezclilla de color azul casi negro, y sus tenis grises, tomó una chamarra gris y se la puso.
Afuera estaba John hablando con Jeim.
-¿De qué hablan?
Pregunto Vel.
-De nada. Dijo Jeim, pero John no.
-De cómo le ayudaría con su cita con Togam.
-¿Qué? No. Dijo Jeim nervioso.
-Con que eso, pero ¿qué no a Togam le gusta Brun?
Menciono Jey apareciendo por el pasillo con una botella de jugo de naranja.
-Por eso quiero tener una buena cita. Dijo Jeim.
-Ya veo. Menciono Jey, y después de tararear unos cuantos momentos, dijo. -Púes mira, a una mujer le gustan los detalles, o bueno a la mayoría, y además, porqué no la llevas a un lugar suyo, privado.
-Púes sí, pero no sé dónde. Contesto Jeim.
-¿Porqué no una cena?
Recomendó John.
-Claro, y yo podría cocinar. Agrego Vel.
-Gracias chicos. Agradeció Jeim.
-Y yo podría ayudarte en cómo ir vestido. Habló Jey.
Jeim asintió, pero no se percataron que Brun estaba escuchando desde la puerta, con un oído en una estrecha línea que separaba la puerta y la pared.
-No puedo creer que mi compañero de cuarto, mi amigo me quiera bajar a la chava que me interesa. Susurro a si mismo Brun, apretando los dientes.
Jeim entro al cuarto de Jey y John fue con Vel a preparar todo para la cita, después de tomar su turno claro.

Ya acabado el turno, Jeim fue corriendo a su cuarto, donde ya bañado, solo se cambiaría pero lo que él no esperará es que Brun estuviera ahí antes que él.
-Hola. Saludo Brun.
-Hola Brun. Devolvió Jeim, cambiándose la camiseta gris y dejando ver sus músculos marcados en el abdomen y pecho, los gruesos brazos acompañados de su ancha espalda, liego cubiertos por una camisa blanca, y luciendo unos zapatos negros, Brun solo observaba.
-¿A dónde vas?
Pregunto Brun.
-¿Mande? Ah eso, es que tengo una cita. Explico Jeim abriendo la puerta. -Bueno, nos vemos más tarde.
-Sí, nos vemos luego. Dijo Brun despidiéndose con la mano.
Jeim cerró la puerta y Brun se quedo en la habitación solo, esperando unos cuantos segundo se levantó y tomó una chamarra negra, se la puso y salió en dirección a la de Jeim.
Siguiéndolo hasta un edificio no muy lejos al de Albert, estaba en buenas condiciones, las paredes gruesas y enrejada por las ventanas, llego y se escondió en unos arbustos que estaban acomodados detrás de una enredare que disimulaba perfectamente a Brun.
Jeim salió para hablar  y agradecerle a Jey, John y Vel, quienes se fueron inmediatamente.
Togam llego unos minutos después que Jeim se quedara solo, con un vestido azul marino, con lentejuelas al final de la caída que relucía su cintura y cadera, un escote que si bien, dejaba ver el tamaño bien desarrollado de los pechos de Togam, unos zapatos con tacón de punta negros, guantes blancos que llegaban hasta los codos, el cabello libre que caía por sus hombros de piel blanca, con ondulaciones rojas, en su cuello un collar plateado con una pequeña piedra en medio, un zafiro azul y ligeramente morado, su boca delineada y marcada con color rojo, la nariz respingada y los ojos azules que iluminaban su cara como lunas, ella saludo.
Brun por dentro se moría de celos, lo radiante que se veía Togam, y todo para Jeim, él se presento y guió a Togam hasta una amplia habitación, una mesa blanca, con unas cuantas velas, unas copas acompañadas de un vino unos platos y unas sillas.
Jeim le jaló la silla y Togam se sentó en ella, él le acomodo y tomó asiento, Brun se mordía el labio hasta el punto de sangrar un poco, se moría por la belleza de Togam en dirección del guapo Jeim.
-¿Quieres comer?
Pregunto Jeim seguro y caballerosamente.
-Sí. Respondió Togam con una sonrisa.
En eso Jeim trae una bandeja llena de espagueti decorada con albóndigas, le sirve primero a Togam y después a él, toma un plato con salsa de tomate y lo vierte encima de la pasta, le da los cubiertos y sirve un poco de vino, él tercero solo coge una ,manzana y la muerde.
Empiezan a comer mientras Brun se pregunta algo. 
-<< ¿Togam se abra vestido así si yo la hubiera invitado a salir antes? ¿Jey, Vel y John me abrían ayudado con la cena? ¿A Togam le gustará Jeim? >>-
Y miraba desconsoladamente a la pareja que reía, comía y habla muy gustosos, quizá también por la comida.


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