Capitulo 1- Ajustes
Estaba ahí, sentado, en
una larga fila de asientos de autobús con un forro azul marino, con un
estampado de estrellas y figuras amarillas, con gente sentada, todo el autobús
estaba lleno de personas, bebés, jóvenes, niños, adolescentes, adultos, y
ancianos. Era un joven de catorce años, con cabello negro como el interminable cielo
nocturno, piel blanca y unos ojos de color verdes brillante y profundo, a
simple vista se podía decir que los ojos eran de turquesa o hasta azules. Sus
ropas eran no muy nuevas, algo gastadas pero en buen estado, unos jean's azules
con tono obscuro, una camisa gris con letras estampadas color rojo y una
chaqueta de color negro.
Estaba dormido
profundamente, junto a él, estaba una pequeña niña, de cabello café obscuro,
con no más de 11 años de edad, vestido de color rosa pálido. Era de madrugada,
cinco o seis de la mañana, eran familias las que se encontraban adentro del
camión. Apenas los primeros rayos de luz que podían percibir la sensible y
suave piel de ellos, se podían notar más camiones, llenas del mismo contenido;
personas. Cuando un bostezo apareció de la penumbra que reinaba aquel camión.
-Vaya, que buena noche.
¿No es cierto Anny?-.
A lo que respondió la pequeña niña con la
mirada entrecerrada por el sueño que tenía.
-¿Ah?... si, claro Vel...-
Quedando dormida nuevamente.
-¿Ah?... si, claro Vel...-
Quedando dormida nuevamente.
Vel era aquel muchacho de
melena negra, abriendo la ventana se
podía apreciar un gran pastizal verde claro y vivo, completamente pacifico.
Cuando se levanto dejo acostar a su hermana cómodamente sobre su asiento, el
estaba organizando y acomodando ropa sucia de vieja, tomó una camisa blanca sin
estampado alguno de tela ligera, otros jean's completamente negros, una
chamarra oscura con lineas blancas. Un par de tenis marca Converse grisáceos y
unos bóxer de aquellos ajustados de colores azules con gris. Camino
cuidadosamente por el corredor sin molestar a alguien, llegando hasta el fondo
del camión había un par puertas ligeramente grandes, ambas tenían una figura,
una personita con vestido y sin, claramente eran los baños.
El entro al baño, el cual
estaba con un piso de plástico finamente hecho para que pareciera cerámica dura
y gruesa, un lavabo y escusado típico de los autobuses: pequeños, estéticos, Y
hasta el fondo una regadera pequeña, con no más de un metro y medio por la
misma medida, prendió la,la cual dejo ver que los colores eran negros y grises,
alguno que otro azul pálido en las decoraciones.
Se quito la chamarra
cuidadosamente y la puso sobre el lavabo, quitandoce la camisa y metiendola sobre
una bolsa de plástico, desabrochandoce el cinturón de la cintura, colgándolo
sobro una pequeña agarradera que sobresalía encima del lavabo, se sentó y fue
retirando los tenis blancos que estaba usando, siguiendo con los calcetines. Se
levantó dejando caer el pantalón, dejadolo en el mismo lugar que la chamarra.
Quedando con el torso
desnudo y las piernas descubiertas, se podía apreciar los músculos marcados más
no monstruosos, ni tampoco sorprendentes, ya que tenia la misma figura que la
de un joven de su edad, su abdomen marcado y sus piernas fuertes, algo
musculosas.
Dejando brillar un poco su blanca piel con la luz artificial del foco amarillo, ya que el baño no contaba con ventanas, se agachó para tomar de un botiquín por debajo del lavabo marcando un poco los redondos glúteos cubiertos por el bóxer gris y círculos rojos ,que al abrirlo, mostraba cepillos de dientes.Buscó un poco pero encontró el suyo, verde con frangas amarillas.
Dejando brillar un poco su blanca piel con la luz artificial del foco amarillo, ya que el baño no contaba con ventanas, se agachó para tomar de un botiquín por debajo del lavabo marcando un poco los redondos glúteos cubiertos por el bóxer gris y círculos rojos ,que al abrirlo, mostraba cepillos de dientes.Buscó un poco pero encontró el suyo, verde con frangas amarillas.
Se levanto, ajustandoce el
bóxer con su mano izquierda, dejándolo solo ver la espalda, empezó a lavarse
los dientes, cuando iba a escupir abrió el escusado y hay dejo caer el líquido,
abriendo la regadera, quitandoce los bóxer y entrando a la regadera,
estremeciendoce por el agua fría que caía y resbalaba por su espalda y brazos,
recorriendo todo su cuerpo, empezó a tallarce y lavarce el cabello.
Empezó a masajearse,
estimularse mejor dicho, haciendo ligeros movimientos y emitiendo débiles
sonidos, imperceptibles fuera del baño, empezó a estremecerse más y más,
mostrando una cara de satisfacción cuando levantaba la cabeza y giraba sobre su
cuello, dejando salir algunos gemidos. Pero cerró la regadera, deteniendoce, y
vistiendo rápidamente la ropa limpia que estaba en el estante negro arriba del
retrete.
Terminando de subir el cierre del pantalón se oyeron fuerte golpes, a lo que abrió a la puerta, era su hermana, con la mitad de la cara llena de sangre recién salpicada y exaltada de horror.
Ella le dijo tartamudeando; -Son ellos... esas cosas se comieron a mamá.
Terminando de subir el cierre del pantalón se oyeron fuerte golpes, a lo que abrió a la puerta, era su hermana, con la mitad de la cara llena de sangre recién salpicada y exaltada de horror.
Ella le dijo tartamudeando; -Son ellos... esas cosas se comieron a mamá.
La metió en el baño y le
dijo;
-Tranquila.
Mírame, yo se que mamá te protegió, no te preocupes por ellos, yo me encargo ¿sí?
Replicando entre
lagrimas, se puso de pie, abrió la puerta lentamente, revisando si no estaba
una de esas cosas, a lo
que se confió y al sacar la mano, fue tomada siendo jalada por una mano pálida,
algo verdosa, putrefacta y en estado de descomposición, y las uñas
amarillentas, el jalo fuertemente tirándola en el piso afuera del baño, y con
los pies le torció el cuello, y dejando ver el cuerpo ya inmovilizado, era una
mujer tenía los pecho deformados por entradas de balas, cabello enmarañado y
sucio, era amarillo como un canario, y ropa rasgada dejando ver una enormes
marcas de mordidas humanas, además de tener el abdomen abierto y desgarrado, dejando
ver los órganos frescos y ensangrentados, además de estar por fuera su
intestino delgado y grueso, con un rastro de líquido carmesí.
Cuando
logro comprender noto que era su madre, dio la media la vuelta mirando a
Anny, que estaba asombrada y horrorizada por lo visto, dejando sus ojos
enormemente abiertos y sin brillo alguno, tirándose en el piso ensangrentado,
Ven la tomo sobre sus brazos y la acomodo en el piso del baño, jaló del estante
para sacar un cajón que contenía una arma de fuego, hecha de un metal negro,
pesado y brilloso. Era una F2000, cargada hasta el tope y dos cartuchos llenos
a un lado.
La
tomó y cubriéndose detrás de un asiento miro detenidamente, noto que eran tres
los que estaban adentro, dos de ellos se estaban alimentando de personas vivas,
se puso de pie y disparo dos balas, atravesando el cráneo de uno, disparando
consecutivamente cuatro balas más, reventando la cabeza una persona que era
mordida por esa abominación, y encestando otra bala en el ojo de este. Avanzo
corriendo pateando a la otra persona que era comida, sin un brazo, derribando a
la persona y al monstruo, disparando en la espalda en dirección al corazón de
la criatura aún viva, y golpeando con la punta del arma en la boca dejando la
mandíbula completamente rota, disparo a quema ropa unas tres veces, dejando una
gran mancha de un naranja hediondo sobre las paredes y asientos, se puso de pie
y vio a toda la gente completamente horrorizada por este suceso, se dio cuenta
de que los demás autobuses estaban igual, estancados y atacados por una bola de
ellos, eran unos seis camiones que albergaban unas treinta y cinco o
hasta treinta y seis personas y uno más grande con capacidad de cuarenta y
cinco, estaban rodeados por una bola de veinte.
-Que
lata... Será mejor ir a ayudarlos se fue rápidamente a matar más, regresando
diciendo
-Cuiden
a mi hermana, está en el baño encerrada, no dejen que se acerquen a ella.
Después
de unas horas, no quedaba ninguno, y la mayoría que había ido a ayudar eran
adolescentes, y el total inicial de las personas que habían empezado que era un
aproximado de doscientos cincuenta y cinco, habían quedado doscientos cuarenta.
Vel estando exhausto regreso al camión pero al ver lo que sus ojos le mostraban
quedo horrorizado, se hecho sobre el piso, el camión estaba vació y
ensangrentado, no había nadie vivo, todos devorados, desmembrados o solo
pequeños residuos de ellos. Al entrar, solo dejo caer una lágrima, al ver que
todo estaba perdido, y de la nada se escucho un gemido. Una de esas cosas
estaba en el baño de hombres medio abierto, pensó lo peor, pero solo se vio
como una de esas cosas fue lanzada fuertemente hacia afuera, y sin pensarlo dos
veces disparo una bala, atravesando el cráneo por un costado y saliendo por el
otro.
Salió
su hermana, como la había dejado, el mismo vestido rosa pálido y la mitad de la
cara machada de rojo ya seco, se acerco a su hermano abrazándolo
fuertemente.
-Pensé
que estabas. Siendo interrumpido por Anny.
-Nunca
moriría de una manera tan cobarde hermano.
Cuando
le quito el cabello largo y oscuro a su hermanos de la cara, se escucho un
crujido, y al regresar la cabeza, se veía como el cuerpo se levantaba y dejaba
salir unas alas similares a las de una abeja, y de sus brazos salían largos tentáculos
color verde, y su cráneo siendo reventado por una clase de cabeza de
oruga.
-Con
que este es el centenar, ¡Anny aléjate! Empujándola hacia atrás.
Vel
disparo todo lo que tenía hacia la cabeza tratando de separarla del cuerpo,
pero las balas no tenían la capacidad suficiente para hacer cortes largos y
certeros, esa cosa se regeneraba muy rápido.
-Maldita
sea. A lo que saco un cuchillo de su pantalón, corrió hacia esa cosa y saltando
sobre un asiento se preparo con su cuchillo pero algo sintió en su espalda, era
Anny saltar sobre su espalda. Con una navaja para afeitar larga y filosa corto
de un solo frote la cabeza de esa cosa, saliendo algunos finos hilos de sangre
viscosa y coagulada, cuando él se recupero vio a su hermana con una mirada de satisfacción,
le consterno eso pero cuando iba a decir una palabra le interrumpió Anny;
-Tranquilo
hermano, esa cosa fue lo que le mato a mamá. Quitando su cara de satisfacción
por una esencia de angustia. Luego explicándole -La navaja... era del hombre
que era papá de los niños que se sentaban atrás de nosotros, un día la vi
cuando el hombre les cortaba el cabello.
-Ya
entiendo, pero mejor deja eso. Dejando salir una exhalación pequeña y abrasando
a su hermana fuertemente.
Ese
día enseguida de lo sucedido, tomaron un baño y se cambiaron nuevamente, Vel
dejando los que había dejado a medias para después y luciendo unos jeans
ajustados de color azul casi negros, una camisa negra y una sudadera negra
igual o más oscura que el pantalón. Su hermana una blusa negra con un abrigo gris,
una falda gris y unos mallones del mismo color, y el motivo del por qué.
Simple, la muerte de su madre, y aunque no era la madre biológica
de Vel, igual la quería mucho.
Llegando
la tarde y casi noche, o mejor dicho el Crepúsculo, un hombre alto y fornido,
con ropa de alpinista completamente café y aunque en varios tonos era casi sin
mostrar alguna emoción, de cabello café y piel bronceada, con algunos rastros
de barba por salir, y con unos imponentes ojos color miel, y con el brillo
dejaba ver algo parecido al brillante oro recién pulido. El era que estaba en
el camión más grande hasta el frente, alguna vez lo vio Vel, el jefe de todos
ellos, dijo ajustando su voz previamente y emitiendo una vos fuerte y echa
claramente para que un líder la recite;
-Mi
nombre es Albert, soy el líder de este resguardo, como sabrán, hoy dieciséis de
Octubre del año dos mil veintinueve sucedió una gran tragedia, muchos han
muerto y desde ahora he decidido tomar una decisión, dividiremos los camiones por
edades, los adultos que quedamos estarán en este gran camión y otro, junto con
los bebés como manera de protección. Los ancianos y niños estarán en otros tres
camiones, ya que son la gran mayoría, y los adolescentes estarán los otros dos
que quedan, las chicas y los chicos quedarán separados, no queremos
inconvenientes, los chicos se quedarán en el camión donde apareció el Centenar.
Dejando
un silencio que reinaba todos se alejaban tranquilamente, hasta que se oyó una
orden casi un gruñido. -¡¿A dónde creen que van?! Nuevamente era Albert.
-Serán
organizados en este momento, quiero que los ancianos se reúnan en una bolita,
los niños tres filas, los adultos vayan por el equipaje de todos, los
adolescentes igual, y cuando acaben pongan a todos en el lugar donde deben de
estar, además, quiero que vayan acomodando a los bebés, ¡no! Que lo hagan los
adultos, ustedes no pueden pasar.
Pero,
lo quiero a la de ¡ya!-
Y
con esa última palabra todos hicieron caso a lo que él dijo, y menos de cinco
minutos todos estaban ya organizados, y en otros diez estaban arriba de los
camiones. Pero Vel, logro despedirse de su hermana. Y como última noticia de
Albert dijo;
-Una
última cosa, hay cinco cosas que no estarán permitidas en este resguardo, ¡No
se permiten las relaciones entre el mismo sexo, ósea no está permitida la
homosexualidad! Como segundo ¡Se asesinará aquel que intente o traicione!,
¡Nadie puede decir a dónde iremos, nosotros o mejor dicho yo, será el que
decida hacía donde nos dirigiremos! ¡Los adolescentes, tanto hombre como
mujeres serán obligados a pelear por su increíble asaña de hoy! Y como ultimo
¡No se permiten cambios de camión!
Y
nuevamente, el silencio reino.
Más
no obstante, Vel, preocupado, escuchó que alguien dijo.
-Es
un cabeza hueca, ¿no?
Y
al voltear la cabeza encontró a un joven.
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