viernes, 20 de junio de 2014

Abismo- Cap.3

Capítulo 3- Casa de árbol

L
a chica aun tenía la mano extendida, Vel la examinó antes, figura delgada y un poco alta, cabello largo hasta la rodilla y de color negro, pero con destellos azules al final, el fleco hecho a un lado con un clip, piel blanca, tan blanca que parecía porcelana, con pequeña nariz y ojos grandes.
Su ropa era una camisa negra de tirantes que dejaba ver su proporción claramente, un chaleco, short de mezclilla, medias rotas color negro hasta por encima de la rodilla y botas. Con ojos color gris profundo y desafiante, temeraria.
Vel se acerco y apretó la mano de la chica, Cat estaba sonriendo maliciosamente.
Es un placer, mi nombre es Vel.
Dijo Vel.
El placer es mío.
Contestó Cat recorriendo con la vista a cada uno.
Ellos son: John, Jey, Paty, Jeim, Eric, Brun, Togam y Juria.
Cuando decía su nombre cada uno hacía una reverencia, en signo de asombro.

Mucho gusto.
Susurro ella.
Cat caminó en dirección a Paty, que estaba siendo cargada por Jeim.
Ella esta herida, necesita ver un médico ¿no?
Preguntó.
Si, ¿sabes dónde hay alguna civilización?
Pregunto Jey.
Sí, los llevaré haya con mucho gusto, está en esa dirección.
Apuntaba al camino de flores.

Con que no estaba tan mal Paty.
Dijo Eric tomando del brazo a Juria.
Comenzaron a caminar por el sendero de flores blancas y lilas que se extendían hasta donde llegaba la vista.
Todos guardaban silencio, pero Cat rompió ese incómodo ambiente.
¿De dónde vienen?
Pues en teoría de ningún lado, sólo despertamos aquí y eso es todo lo que podemos recordar.
Contestó Vel.
Ya veo, vamos hablen no muerdo, ni pienso hacerlo.
Giñó el ojo en dirección de Juria, y ésta abrazó más a Eric.
¿Desde hace cuanto es que están aquí?
Preguntó Jey.
No mucho, dos meses.
Jey no se fiaba muy bien de ella aún.
Tranquila, sé que debió ser raro aparecer así para ustedes, pero es completamente normal, para mí lo es.
Cat sacó el arco y disparó a la oscuridad de un árbol, todos quedaron inmóviles.
Una de esas cosas.
Cuando se escucho un gemido y el vacío de la carne al caer contra el pasto.
Es un bosque confuso, pero cuando sabes que árboles te rodean todo es sencillo.
Cat guardaba el arma.
Ya casi llegamos.
Todos dudaban un poco, no se veía ningún tipo de civilización a lo lejos.
-A menos que su “ya casi” sea un “un kilometro” para nosotros-. Pensó Eric.

Pisada tras pisada, pisando hojas secas y ramas, el camino se veía igual durante casi media hora, por un momento pensaron que estaban caminando en círculos.
Ya llegamos.
Anunció Cat.
Todos miraron, pero solo había ramas, pasto y árboles  a su alrededor.
¿Es una broma?
Dijo Brun.
No, miren arriba.
Señalando lo alto del árbol con grueso tronco, todos levantaron la cabeza.
¿Qué ven?
Susurró la chica.
Eran diez casas pequeñas hechas con ramas y troncos, todas conectadas por puentes de madera e hilo, con puertas y ventanas.
Genial.
Dijo Jeim.
Como ven, nosotros vivimos en los árboles, estar en el suelo es peligroso… ¿Cómo no se les ocurrió?
Preguntó Cat extrañada.
Te dije.
Alguien susurró en la bolita.
Vel contestó.
Somos mejores peleando en el suelo que en las ramas.
Ya veo, bueno eso se arreglará… Nosotros tres nos sabemos mover por los árboles fácilmente.
Cat se señalaba a sí misma con el pulgar.
¿Tres?
Preguntó John.
Sí, ya los conocerán, mejor suban.
Y señalo una esclarea de madera, pedazos de madera clavados al tronco como escalera de caracol.
Pero… ¿es seguro?
Preguntó Jey, por precaución de Paty.
Pero por supuesto. Vamos síganme.
Cat comenzó a caminar en lo pedazos de madera, no se tambaleaban y eran resistentes.
Temerosos todos, comenzaron a caminar detrás de ella, primero Vel, luego John, así hasta que alcanzaron el final. Unos diez u once metros sobre el suelo.
Vel miraba las casas, pequeñas y todas vacías, parecía que solo estaba Cat.
Vamos, les mostraré las habitaciones.
Cat caminaba tranquilamente, pero todos estaban caminando lentamente por miedo a caer. No había barandales.
Primero les mostraré la cocina.
Una habitación mediana, con una mesa muy baja, y una manta debajo. Una pequeña fogata lejos de todo capaz de prender en fuego. Cajones pequeños con vasos, platos, etc.
Una fuente con recipiente donde estaban algunos trastes, no muchos, y cajas donde decía COMIDA.
La siguiente es el baño, uno de los dos baños.
Un cuarto grande, con regadera de forma de hoja, un recipiente en lo alto que almacenaba agua, un lavabo y a lado y un pequeño recipiente en forma de silla.
La siguiente habitación  es de Mar.
Dijo Cat con acento inglés británico.
No la podemos ver por varias razones, pero no es algo asombrosa.
Caminaron a otra.
La habitación de Are.
Con acento fluido en la R semejando ser L.
Pasaron a la siguiente: mi cuarto, y ese tampoco lo verán. La que sigue es otro baño, igual al otro, nada nuevo.
Uno después estaba lleno de armas, pero armas cuerpo a cuerpo y muchas flechas.
Los siguientes son cuartos, son tres… Pueden acomodarse ¿no?... La verdad es que tendremos que compartir cuarto, así que esperen sí.
Dijo Cat.
Con que nuevos integrantes, Cat.
La voz era de otra persona y venía de la puerta.
Un joven de no más de diecisiete años, piel blanca, cabello largo color café obscuro, largo cerca de los ojos. Y sujetado una espada japonesa.
Are hola.
Dijo Cat haciendo pucheros.
Hola, ¿Quiénes son? ¿Son los del volado?
Preguntó el chico.
Vel lo analizó, camisa gris holgada y pantalones de mezclilla. Fuerte, alto, con grandes brazos. Y ojos color verde, verde azulado.
Chicos es él, Are.
Presentó Cat.
Un placer.
Dijo Vel.
El placer es mío.
Contestó Are.

Platicaron un buen rato presentándose. Lo más destacable es que Are usaba la katana por su peso y su corte. Era amigable y divertido, controvertido pero algo vulgar.
Cuando Cat preguntó.
¿Y Mar?
No sé, ¿no estaba contigo?
Preguntó Are.
No, lo deje aquí… Se escapa como se le da la gana, bueno.
Cat salía del cuarto.
Me voy a dar un baño, pueden buscarlo. Tengo su pistola.
Vale.
Contesto Are.
Bueno, me ayudan a buscarlo, no debe estar muy lejos.
Por supuesto.
Contestó Jey.
Salieron a buscar al tan aclamado Mar, a excepción de Paty, Togam y Jeim.

Buscaban en los árboles, ya que Are decía que Mar nunca estaría en piso.
Todos estaban divididos en parejas, John  con Vel, Jeim con Jey, Togam con Are, Brun con Juria…
Sabes, debes buscar bien, no solo ver desde abajo.
Le decía Brun a Juria.
Calla, tu haz lo tuyo y yo hago lo mío.
Juria se enojaba cada vez que decía eso.
Cada vez era más aburrido, sin alguna pista.
Oh ¿pero qué es eso?
Brun miraba un bulto a lo alto de un árbol no tan alto.
No sé, ¿será un nido?
Supuso Juria.
No, es muy grande como para serlo… Ve a investigar.
Brun parecía amigable.
Ni loca, tú fuiste el que lo viste. ¡Ve tú!
Juria cruzó los brazos en respuesta.
Está bien. Solo espérame.
Brun comenzaba a subir.
Claro.
Dijo Juria.
Estando arriba logró divisar una persona, una persona profundamente dormida.
Debe ser él.
Asumió Brun, tenía la pinta que le dijo Ale.
Una chamarra negra, pantalón de mezclilla obscuro y arrugado, camisa azul marino.
Lo observo bien para analizarlo.
Piel morena, cabello largo pasando los ojos color negro y brillante, con musculatura media, y por lo visto un poco menos alto que él.
¿Qué es?
Gritó Juria.
Es él.
Dijo Brun comenzando a moverlo para ver si reaccionaba. Nada.
Bájalo.
Juria estaba impaciente.
Pero no respondía, solo se acurrucaba de un lado a otro.
Joder, que sueño tan pesado.
Brun comenzó a picarlo más, hasta que el chico se incómodo y al tratar de acomodarse golpeó la cara de Brun y la rama se doblo y cayó, sobre Juria.
Rayos… Déjenme dormir.
Susurro otro, acomodándose sin algún dolor.
Juria se estaba quejando, pero él otro estaba con las manos sobre sus pechos.
Quítate…
Trataba de decir Juria.
El joven se percato, y apretó los pechos, sin mostrar alguna emoción.
Juria lo quito de encima lanzándolo lejos, él chico dio vueltas mortales hacia atrás y se paró en seco, de pie.
¿Eres Mar?
Preguntó Brun sobándose la mandíbula.
Solo quería dormir.
Contestó el joven.
¿Eres o no?
Preguntó esta vez Juria enojada.
¿Ustedes qué creen?
El chico levanto la cabeza al cielo pero sus ojos estaban clavados en ellos.
Ojos color azul casi negro. Con ligeros brillos morados, parecían ser negros.
-Qué raro, moreno y con ojos de color…- Pensó Juria.
¿Lo eres o no?
Brun estaba aún adolorido.
Y contesta bien.
Completó Juria.
Sí, lo soy. Mar un placer.
Dijo él sonriente aun con la cabeza arriba.
Bueno, podemos irnos.
Dijo Juria levantando los brazos.
Tus senos son muy duros.
Dijo Mar.
¿Qué?... ¡¿Qué clase de saludo es ese?!
Exclamó Juria.
Es la verdad.
Dijo Mar levantando los hombros y con la vista baja.
Vaya, me cae bien.
Comentó Brun.
Eres bobo.
Dijo Mar en dirección de Brun.
¡Hey!
Gritó Brun.
Bueno, no es tan malo.
Dijo Juria.
Déjenme adivinar, Are y Cat me están buscando.
Dijo Mar con las manos en las bolsas de su pantalón.
Sí.
Contestaron los dos.
Bueno, no me sorprende. Vamos, ustedes deben ser los que estaban rodeados de esas cosas. De nada.
¿A qué te refieres?
Preguntó Juria.
Nosotros sabíamos que estaban ahí, por eso mande a Cat.
Contestó Mar.
Ya veo, gracias.

Dijo Juria.
Ambos son divertidos, vamos, hay que subir.
Dijo Mar estrirándose.
¿Arriba?
Preguntó Brun.
Sí, iremos entre los árboles, hay muchas serpientes mutantes.
Mar dando un salto se agarró de una rama y comenzó a subir cn maniobras el enorme árbol.
Nos iremos por los árboles.
Dijo Mar, Juria y Brun no tenían idea de cómo, pero se escuchaban los cascabeles, cientos de cascabeles. Ambos comenzaron a subir, y una vez arriba.
Bien, solo observen.
Dijo Mar arrojando un gancho a otra rama , y saltó al vacío.

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