miércoles, 25 de junio de 2014

Abismo- Cap 4

Capítulo 4- Presentaciones

J
uria y Brun quedaron como piedras al ver tal asaña, los siguientes segundos estaban vacios, sin algún sonido. Pero de la nada, Mar se levantó por el aire a gran velocidad y aterrizando de pie en otra rama lejana, unos diez u once metros más allá de dónde estaba Juria y Brun.
¿Qué sucede?
Preguntó Mar sonriendo.
Los dos quedaron sin palabras.
¡¿Cómo llegaste hasta allá?!
Gritó Juria.
Simple.
Levantando la mano mostró dos hilos delgados, y tenía unos guantes negros.
No entiendo.
Dijo Brun confundido.
Verán, con estos hilos puedo ir libremente entre los árboles, ¿no les explicaron eso Cat  y Are?
Los dos estaban confundidos, pero recordaron  lo que dijo Cat.
Ya veo, pero… ¿cómo?
Mar suspiró, tomo los ganchos y los arrojó una rama cercana a ellos, los metales se aferraron a la madera. Y saltó, balanceó su cuerpo y con sus brazos hizo pequeña fuerza jalando los hilos, elevándolo lo suficiente para llegar a la rama.
Ven, no es muy difícil.
Dijo Mar, pero tanto como Brun, como Juria no tenían idea de cómo lo harían ellos.
No traen los aparatos ¿verdad?
Mar estaba decepcionado. Pero de una manera burlona, humillándolos.
No…
Contestó Brun.
Tendremos que ir a pie.
Juria tomo una rama y con la navaja le saco filo.
No, irán en los árboles, les servirá para ir familiarizándome, vamos.
Mar hizo lo mismo, salto y en unos cuantos segundos estaba en otra rama diez metros adelante.
Brun comenzó a caminar en las ramas.
Juria estaba confundida, pero hizo lo mismo, iban a un ritmo diez veces más lento, pero Mar los esperaba y luego tomaba ventaja de nuevo.
Me las va a pagar.
Susurró Juria.
¿Qué?
Brun estaba ocupado intentando no caerse, a diferencia de Juria, ella no miraba hacia abajo.
Sí, por aparecer así, saludar así y dejarme en ridículo.
Brun se detuvo un instante.

Pienso lo mismo, nos deja en una posición tan poco favorable y humillante.
Juria abrió los ojos sorprendida.
¿Sucede algo?
¿Piensas?
Contestó Juria, unos instantes estaban mirándose los ojos, desafiantes. Luego los dos rieron.
Pero tienes razón, hay que dejarlo en vergüenza ¿qué te parece?
Preguntó Juria.
Completamente de acuerdo.
Respondió Brun. Mar estaba a más de veinte metros adelante.

Dos horas después de encontrar a Mar, y regresar a las casas del árbol, Cat los reunió en una habitación nueva.
El cuarto era más amplio, con mayor altura a todas las demás. Con paredes de madera obscura, un traga luz circular en medio de la habitación y situado en el techo. Y sin piso.
¿Qué?
Preguntó Jey.
Es una broma. ¿Cierto?
Vel estaba extrañado, no había piso, pero sí sillas a los lados.
Bienvenido a la sala de agrupación, es una habitación hermosa. Además de que tenemos un piso muy peculiar, podemos ver lo que hay debajo de nosotros.
Todos estaban estáticos, ninguno quería dar un paso a ese espacio vacío.
¿Qué les sucede?
Cat quedo pensando unos segundos.
¡Oh! Ya veo, no tenga miedo. Les aseguro no que no caerán.
Dicho esto, Cat camino sin temor, parecía flotar, pero había reflejo de sí misma. Era un cristal.
Vamos.
Cat animó todo nuevamente.
Pasaron con cautela, se sentaron y esperaron. No estaba ni Juria ni Brun.
¿Dónde crees que estén Juria y Brun?
Susurró Vel a John.
Ni idea, a lo mejor están buscando a Mar todavía.
No creo.
Guardaron silencio.
Pasaron segundos, minutos u horas, no sabían. El silencio incómodo se los comía vivos.
Hasta que una voz resonó en aquel cuarto.
Hola, es un placer.
Todos giraron a su alrededor, pero en la entrada solo estaba Cat. Y del techo cayó un chico, cabello negro y moreno.
Soy Mar, un placer.
Mar estaba haciendo una reverencia.
¿Cómo fue qué?
Vel estaba impresionado.
Bueno, contestaré sus preguntas después de presentarnos gratamente. Soy Mar y soy líder de esta triada, y no se preocupen por el suelo, es indestructible.
Lo demostró dejando caer un martillo y luego pateando el cristal.
Ella es Cat, como ya saben. Y el chico grueso y bobo es Are, estoy seguro que ya lo conocen.
Es un placer Mar.
Vel se levanto y extendió la mano.
Mar se sorprendió al inicio, pero tomó la mano sonriendo igual que Cat al inicio, maniática.
El placer es mío.
Vel tomó espacio y se presentó.
Yo soy Vel, líder de este grupo.
Vel comenzó a presentar a los demás, saludando cuando dijeran su nombre.
Él es John, ella es Jey, él es Jeim, ella es Paty…
Hasta que preguntó por los otros dos.
Saben dónde están los otros dos.
No ni idea, si hablas de Brun y Juria, los deje en los cuartos.
Respondió Mar.
Y de la nada entraron con dos grandes sándwiches en sus manos.
Dios, chicos la comida esta increíble.
Dijo Brun.
Había tanta… Había
Complementó Juria.
Con que no hay comida… Bien, iremos a recolectar.
Dijo Mar dando media vuelta. Pero Vel lo detuvo.
Espera, ¿cómo vamos a recolectar? Seremos víctimas de las cosas del suelo.
Mar se detuvo, y sin girar el cuerpo los observo girando la cabeza.
Cierto. Cat, Are traigan los aparatos.
Ordenó Mar.
Sí, Mar.
Ambos salieron. Dejando sólo a Mar.
¿Instrumentos?
Preguntó John levantándose.
Hacen buena pareja.
Dijo Mar sorpresivamente.
¿Qué?
Son pareja, lo puedo ver.
Vel se sonrojó un poco, e intentó no dar mucha importancia a ese comentario.
Sí, pero eso no viene ahora, explícanos eso de “instrumentos” Y cómo es que llegaste por el techo.
Mar se recargó contra la pared y saco dos anchos de metal.
Simple, verán. Uso estos ganchos para ir de árbol en árbol, y uso los hilos para jalarlos, para dar un poco de propulsión. La mayor parte del trayecto es por el manejo de peso, y uso los guantes para no cortarme.
Es cierto.
Dijo Brun acompañando a Vel.
Lo vimos, es muy rápido.
Dijo Juria sentándose donde estaba Vel.
Bueno, ustedes usarán unos instrumentos que les ayudarán mucho, yo nos los necesito. Acompáñenme afuera.
Mar salió dl cuarto, y todos los demás los siguieron a la horilla.
Aquí están.
Dijo Cat cargando unas bolsas.
Bien, déjenlas en el suelo y usen las suyas. Les mostraremos cómo lo hacemos.
Cat saltó de la emoción y saco un aparato de una de las bolsas, y se lo colocó.
Tu igual Are.
Claro.
Are hizo lo mismo, se colocaron una clase de correas alrededor del torso.
Correas en forma de “x” en el pecho, una en la cintura. Unos collares en los brazos arriba del codo con hilos a su alrededor, otro anillo metálico por debajo del codo, por detrás de los brazos estaban un mango de goma y un pico de hierro. En la espalda estaban dos tubos grandes de hilo y dos pequeños tubos con un líquido rojo en su interior.
[Imagen de Cat y Are acomodándose el traje]
Los usamos para darnos mucho impulso.
Dijo Cat.
Yo tengo los hilos aquí.
Mar levantó un poco su chamarra y estaba dos tubos con hilo en los costados de sus caderas.
Bueno, observen.
Mar se arrojo con un salto al vacío y lanzó los ganchos. Cat dio una vuelta mortal hacia atrás y con las manos lanzó las puntas metálicas encajándolas en otra rama. Are saltó e hizo lo mismo. Tanto Are como Cat usaban los mangos de goma para jalar los hilos, de lo contrario se cortarían. Mar tenía esos guantes negros.
Pero que genial.
Dijo Jey observando cómo se levantaban por los aires y maniobraban.
Cada quien un estilo diferente; Cat era alocada y extremista dando vueltas y acercándose a golpear con los árboles o caer al suelo.
El estilo de Are era simple, rápido y sistemático, golpeaba con los pies los troncos para impulsarse y luego girar en su propio eje, dando mayor velocidad.
Mar era rápido, feroz y tenía todo en la cabeza, sabía dónde caer, cuándo ejercer fuerza y qué ángulo o movimiento hacer.
Cuando Cat regreso exhausta, y Are con torpeza tropezaba a punto de caer.
Bueno, básicamente es esto.
Dijo Mar aterrizando elegantemente.
Sí, es muy útil, y les enseñaremos a cómo usarlos.
Dijo Cat.
Cierto, por favor tomen uno, cada uno de ustedes sabrá cómo usarlos en poco tiempo, mañana empezamos.
Are ofrecía las bolsas con los instrumentos.
¿Cómo se llaman?
Preguntó Paty.
Órgano SF-A2, lo hizo Mar.
Contestó Cat. Todos quedaron con la boca abierta.
Una cosa más, tenemos que acomodar lo de los cuartos, Cat ¿Cuántas habitaciones hay?
Mar estaba quitándose los guantes.
Quedan tres Mar.
Cat se quitaba el traje.
Ya veo, bueno en total son seis. Uno para John y Vel, Cat ¿puedes quedarte con Juria y Paty?
Cat asintió.
Bien, Jey puede compartir cuarto con Togam. Are comparte cuarto con Jeim y Eric, yo compartiré con Brun.
Are asintió, igual que los demás.
Mar, queda un cuarto.
Comentó Juria.
Lo guardaré, nunca se sabe qué futuro sea.
Brun estaba extrañado con la idea de compartir cuarto con Mar.
¿Por qué me pusiste contigo?
Preguntó.
Simple, no quiero que entren dos y salgan tres.
Mar sonreía insinuando a Togam, ella se sonrojo igual que Brun.
Bien, sin más, me retiró. Está a punto de anochecer.
Y comenzó a caminar al cuarto.
¿Cómo lo sabes?
Preguntó Jey seria.
Simple, el ruido comienza a hacerse más notorio.
Y se entró al cuarto.

En la noche se escuchaban gemidos, voces ahogadas de dolor sin alma, sonidos que enfriaban el alma hasta el hueso para convertirlo en hielo y después estrujarlo haciéndolo pedazos.
Todos estaban en sus respectivas alcobas. John y Vel dormían abrazados. Cat y Juria no dejaban dormir tranquilamente a Paty, quien les gritaba que guardaran silencio. Jey y Togam estaban profundamente dormidas. Jeim, Are y Eric platicaban de obscenidades. Y Brun como Mar, estaban acostados más no dormidos.
¿Eres gay?
Preguntó repentinamente Brun.
Mar rió.
No me esperaba esa pregunta, ¿a qué viene?
Contesta… Es incómodo no saberlo.
No sé, lo dejaré a tu imaginación.
Y guardaron silencio, sin sonido que los acompañara, más que los gemidos de una gran horda de bestias devoradoras.
¿Estamos seguros?
Preguntó Brun.
Claro que sí. Igual, todos sabemos usar un arma. Ustedes llevan dos repuestos ¿no?
Mar estaba seguro de sus respuestas, Brun asintió y recordó un detalle.
¿Por qué tanta hospitalidad? No es normal serlo.
Brun estaba guardando esa pregunta.
Verás Brun, cuando conoces a una persona no sabes que será de ti. Pero si bien, caerá alguna cara. O te caerá bien, o la odiarás, pocas veces caerá en medio, sé que suena absurdo pero no es imposible. Así que es mejor darle una grata bienvenida, y que te dejará algo. Sea cual sea el resultado del volado.
Brun estaba sorprendido por semejante respuesta.
Además me caen bien, y son fuertes a pesar de dejarlos aquí desamparados.
Brun soltó unas cuantas risas, Mar estaba de frente mirándolo.
¿Tienes arma?
Claro que sí, es un rifle del siglo dieciocho y una hermosa espada japonesa color negro, es una preciosidad.
Brun quedo asombrado.
¿Qué tipo de rifle?
Bueno, es larga y amplia, lista para disparar a montones.
Brun rió como bobo.

No lo decía de esa manera, pero es divertido.
Dijo Mar.
Bueno, es color mate con detalles plateados, y un colguije de cristal.
¿Qué tan rápido eres disparando?
Brun lo miraba temeroso, esos ojos color zafiro brillantes eran peculiarmente temerosos.
Ya lo verás mañana, ahora duerme. Necesitarán sus fuerzas más que nunca.
Mar se acomodó, y cerró los ojos, espero algunos segundos y el sueño se apodero de su cuerpo. Quedando profundamente perdido.
Pero que chico tan raro, tiene mucho sueño. Y lo peor es que impredecible.
Brun se dio la vuelta y cerró los ojos esperando que el sueño llegara. Pero no llegaba, era raro compartir cama con otro hombre.

¿Qué te parecen ellos?
Preguntó Vel.
No sé, se ven locos.
Contestó John.
Lo sé, pero son buenos chicos. Y son amigables.
Sí, pero no hay que fiarnos por completo.
Completó John.
Tienes razón, igual han sido muy amables de compartir su comida.
Concuerdo contigo, y más para brindarnos un cuarto para los dos.
John se acercaba lentamente a Vel.
No John, tengo mucho sueño.
Se alejó un poco, y se acostó, Vel se acercó recargando su cabeza contra el regazo de John.
Eres cómodo.
Gracias. Y dime, ¿cómo te encuentras?
John lo abrazaba.
Bien, no me dejaré caer por la pérdida de Anny, tengo que ser fuerte por ello. Y are justicia de lo que está haciendo Albert.
Me gusta mucho la idea, pero no hablaba de eso.
¿Entonces?
John le indicaba “abajo” con la mano. Vel soltó un grito de incomodidad.
B-b-bien, n-no me duele… Mucho.
Si te sientes mal, solo dilo ¿sí?
C-claro.
Vel se acomodó nuevamente, y se quedo dormido.
Buenas noches.
Dijo John, y quedo dormido igual.

Los demás cuartos tenían camas separadas o literas.
A media noche, cuando los gemidos eran más fuertes. Todos dormían.
Las hojas de los árboles se movían con agilidad entre las ramas, algunas caían y eran pisadas.
Lo animales se escondían en madrigueras o agujeros en los árboles, siendo ignorados por la multitud de seres efímeros y deformes.
El pasto crujía bajo pies muertos, pesados. La luna no se veía por ninguna dirección, sólo la infinidad de árboles que se extendían hasta llegar a fusionarse con la penumbra. Las habitaciones estaban muy arribas y no generaban algún ruido, no lo suficiente para ser escuchados, algunos ronquidos.
Unas cuantas criaturas se topaban con los peculiares peldaños, pero no lograban subir, se resbalaban o se atoraban los pies, tampoco los que tenían figura animal percibían sonido, olor o imagen del refugio.
Seguían un camino, a la oscuridad absorbente.
Pero las bestias se dirigían a un lugar.


¿A dónde?

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