Reseña

Hola, vengo a mostrarles una reseña de una obra que vi hace poco.

Mi hada sí, mi hada no.
La verdadera historia de la bella durmiente.

El pasado jueves 22 de mayo del presente año, se mostró una obra titulada “Mi hada sí, mi hada no. La verdadera historia de la bella durmiente” en el tan peculiar teatro La tercera llamada ubicado en 5 de mayo, número 70, colonia Centro.
En esta obra se muestra a un cuento hecho de más cuentos, como lo fue la “Bella durmiente”, "Caperucita roja”, entre otros.
Con personajes poco habituales, desde un lobo gay que quiere tener una fiesta a todo lo que da, las hadas madrinas que dan todo y darían todo en la fiesta, una caperucita roja fuera de lo común, representada como una niña vulgar y altanera, una villana mala de corazón y sin alguna idea de lo que significa paciencia, la bella durmiente que vive atrapada en un castillo, hasta el príncipe Felipe repartidor de pizza que enamora a la princesa. La mayoría de actores fueron hombre, cosa asombrosa porque te sorprende de una manera muy graciosa.

La historia tiene un inicio claro y que se entiende en su totalidad, mostrando los personajes bueno y la villana principal, y se muestra el problema que afecta toda la obra. Seguido muestra el paso de tiempo hasta la actualidad, y expone la relación entre nuevos personajes, exponen la vida que lleva la princesa y como se enamora a primera vista de su príncipe que reparte pizzas: Felipe. Seguido el villano cumple su cometido con ayuda de su hija, dejando inconsciente a la princesa para ser salvada por el repartidor, y con un final feliz, dentro de lo que cabe. Un final que no esperaba, o de alguna manera no era predecible.

El escenario estaba muy bien hecho, bien formado, todas las escenas quedaron con el escenario establecido, la sala con un sillón para los momentos en “familia”, las dos puerta para dejar pasar a los actores, incluso la cama donde duerme y es despertada la princesa.
 La luz hizo un muy trabajo orientando la dirección de luz y los colores en los momentos exactos, la música no se quedo atrás, con canciones no tan comunes pero que daban más emoción, agradable su elección tan peculiar.
La actuación estuvo muy bien hecha, el ensayo duro mostró sus frutos, a pesar de trabarse dos o tres veces, lo supieron llevar muy bien, las interpretaciones fueron asombrosas, claro, cada personaje con lo suyo. Y los diálogos fueron hechos con una buena relación entre la edad media y el México actual, además de ser controvertidos y para nada secos.

La obra tuvo una duración de una hora y media aproximadamente, una obra que vale cada centavo, con una historia que puede ser no tan real pero completamente entretenida. Exponiendo algunas situaciones cotidianas como lo son las acciones del gobierno vistas de una manera divertida, la vida llena de chismes de famoso que nos encierran cada vez más, las redes sociales donde se propagan las noticias como agua en río, y la situación de enamorarse a primera vista, no siempre durara un “Felices por siempre”.

Otro punto a favor es la tan buena interacción de público, con las bromas y chistes involucrados con la institución, o frases que si bien, dan gracia a todos, como lo fue: -No te toquen, ando chida- Por parte de una de las hadas.
Y sin duda alguna, la caracterización muy bien cuidada, a pesar de ser hombres en su mayoría, los papeles en su mayoría fueron femeninos, una muy buena técnica de comedia.

A pesar de no tener un mensaje claro, puede entenderse e interpretarse de muchas maneras.
Como que la vida puede dar cambios inesperados, y de ejemplo tenemos a lo que sucedió a nuestra villana que tuvo que escapar y esconderse de su hija Caperucita para no ser demandada. O que los matrimonios duran cada menos, a causa de no conocer a alguien completamente y no solo de vista bonita. O que las hadas madrinas pueden salir a divertirse a lugares que una señora grande, no visitaría tan seguido. Qué las personas grandes pueden usar las tan
conocidas redes sociales para ver personas de su interés.

Pero algo que me gustaría recalcar fue el tan cómico papel de Lalo-ba, las apariencias engañan, y nunca se sabe que puede haber detrás de tanto pelo. Y que todas las personas pueden divertirse muy a su modo.