lunes, 17 de marzo de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XXVIII

Capítulo 28- Cartas

A
nny subía las escaleras apenada pero satisfecha por lo que le dio a su hermano. Su cabello volaba frágilmente, era delicada para que sus pisadas no resuenen en un sonido seco y hueco que solo haría llamar la atención, pero estando ya en su piso, comenzó a caminar pacientemente, pensaba en muchas cosas. Pero de lo que estaba segura es que estaba feliz. Hace ya mucho tiempo desde que no le hablaba a su hermano, que no comían juntos, que no cocinaban. 
Así que a unos cuantos pasos de su cuarto, reviso en su bolsa si estaba la llave, para darse cuenta que no llevaba bolsa que seguramente estaba en el sillón, así que fue de nuevo a la habitación.
Cuando llego estaba aún la luz de la sala prendida, pero nadie estaba. Y se acerco a buscar la llave, como lo pensó estaba debajo de uno de los cojines, tomo la última galleta y cuando la estaba comiendo tenía un mal presentimiento. 
-Esta galleta... Sabe diferente... Quizá le falto azúcar o algo- 
Se decía ella sin hacer mucho ruido, cuando se iba el sentimiento ganó y quería disculparse y despedirse, ¿por qué?
Se acerco a la puerta de la habitación de su hermano pero no se escuchaba nada, supuso que estaban dormidos. Fue a la de Togam pero se escuchaba una ducha, entonces renunció a llamarla a ella, se acerco a la puerta de Jey y tocó. 
Cuando menos se lo espero Jey apareció con su pijama azul celeste y patos amarillos.
-¿Quién es?-
Pregunto débilmente con los ojos hinchados y medio abiertos.
-Ah... Perdona Jey-
Anny se aguantaba las ganas de reír.
-¿Anny?...- Se tardo pensando hasta que reacciono -¡Anny!-
Reacciono alturadamente por cómo estaba vestida, tan vulnerable y descuidada, la metió antes de que alguien la viera vestida así.
La tomó por los hombros y la metió a su cuarto. 
-¿Qué pasa?-
Pregunto Jey.
-Disculpa, no quería despertarte... Es solo que quería hablar contigo-
Explico Anny.
-No te preocupes, pero ¿qué no se supone que debes estar ya en tu cuarto dormida?-
Pregunto Jey.
-Sí, se supone pero olvide mi llave y regrese por ella, pero antes quería pasar a escribir unas cartas-
-¿Cartas? ¿Para?-
-No lo sé, un capricho mío-
-Entiendo, vamos te ayudaré a escribirlas-
-¡Gracias!-
Jey prendió la luz y se sentaron.
-Dime, ¿qué quieres escribir?-
Pregunto Jey.
-No lo sé, ya se me ocurrirá algo-
-Bueno, ¿por qué me pediste ayuda?
-Es que toqué primero la puerta de mi hermano, pero nadie me respondió...-
Jey se pregunto  ¿por qué ignoraría Vel a Anny? Después de unos cuantos momentos entendió... -John-
-¿Mande?-
Preguntó Anny.
-No nada-
-Lo sé no te preocupes, yo se que John y Vel iban a tener relaciones- 
Admitió sin pena y tartamudeos en ninguna palabra.
-¿Cómo es qué....?-
-Sé que John es la pareja de Vel, y no tendría nada de malo, además les di un gorrito o algo así-
Jey se sorprendió pero al imaginar la reacción de Vel que no estaba tan alejada de la realidad reía a carcajadas.
Cuando se calmo Jey le pregunto:
-Ya, ya... ¿Y quién fue la segunda persona a la que acudiste?
-A Togam, pero se estaba bañando-
Jey se quedo con la pregunta en la boca: << ¿Bañándose?>>. -[¿Qué no se supone que se había bañado antes de la fiesta?]- Pensaba hasta llegar a diferentes premisas -[Togam le incomodaba un poco juntar las piernas, ¡¿Será qué?!...  Pero, ¿con quién?... Últimamente Brun ha estado muy cariñosa con ella, pero no creo que sea capaz, pero las apariencias engañan]- Cuando se dio cuenta que Brun se había ido "disimuladamente" al cuarto de Togam.
-Entonces... No me abrió-
Jey reacciono un tanto sorprendida, pero tendría con que molestar a Togam de ahora en adelante, y a Brun por supuesto.
-¿Y quién fue la tercera?-
Pregunto Jey.
-Tú-
Respondió alegre Anny.
-Por algo dicen que la tercera es la vencida ¿no?-
-Supongo-
-Bueno ya, cuéntame ¿cómo era tu hermano de pequeño?-
Tenía la cara juguetona porqué podría sacar información con la que molestar a Vel en un futuro.
-Bueno, no somos hermanos de sangre-
-¿Cómo?-
-Sí, mis papás lo recibieron cuando estaba más pequeña y lo cuidamos, estaba en una clase de pelea o escapando de algo-
-Escapando...-
-Sí, pero eso no significo nada porque tiempo después nos hicimos muy unidos, me cuido cuando tuvimos que escapar de la ciudad para llegar a los camiones, cuando mi padre tenía ataques de esquizofrenia. Y siempre me protegió. Yo quiero protegerlo ahora a él-
-Entiendo, eres una persona increíble-
-Gracias-
-Se nota que quieres mucho a Vel-
-Sí, además de que siempre lloraba porque le quitaba la última paleta-
-Vaya niño-
-Sí, pero siempre será mi hermano. Quizá el destino no quiso que naciéramos en la misma familia pero eso no basto-
-Qué lindo, pero vamos acabar la carta ¿vale?-
-¡Claro!-

Terminando cada carta, para cada quién Jey estaba profundamente dormida en la mesa, Anny había colocado las cartas de ella, Paty y su hermano alado de ella, la cobijo, apagó la luz del cuarto y salió. Dejo cartas en las puertas de cada quien, deslizándolas por debajo. Las de John y Vel tenía miedo de escuchar algo así que las dejo en el plato donde estaban los macarrones.

Camino hacia arriba, tomó las llaves y abrió la puerta, estaba oscuro, prendió el interruptor de la luz pero no prendía.
-Vaya niñita, no se asusta con la oscuridad-
Dijo una voz, Anny no podía descifrar de donde provenía. Tomó el cuchillo escondido en su vestido y agudizó la oreja.
-Mira niña, tengo ordenes de matarte así que si eres buena quizá consideré matarte rápido... Pero recuerdo que lo consideraré-
-Perra-
Dijo Anny, ya sabía de quién era esa voz: Shpan.
-Maldita mocosa-
Sabía a quién le pertenecía esa voz que sin duda alguna, le irritaba los oídos y le ponía de mal humor, ahora tenía que saber donde estaba.
-Muéstrate perra-

Anny tomo el cuchillo y empezó a reflejar la luz con la hoja para ver algún relieve, cuando lo encontró notó el pie de Shpan que se acercaba a ella, sujeto el cuchillo y desvió el ataque, las hojas dejaban notarse por el brillo y así eran detenidas. Anny era más rápida además de asegurarse de ser impredecible pero no alocada ni al azar.
Shpan estaba recibiendo cortes en el abdomen y las piernas, Anny lo notaba por los sonidos que hacía de dolor.
-Perra-
Susurraba Shpan, pero Anny estaba serena, podía predecir los golpes de Shpan, pero no noto el rodillazo en su estomago.
Anny se agacho pero fue levantada jalada por su cabello. 
-Mira, ¿no que muy buena?
Anny le escupió pero solo recibió otro rodillazo esta vez escupía forzosamente.
Shpan disfrutaba eso, no se veía la sonrisa en su cara pero se percibía, esa sed de venganza.
-Shpan... Muerte-
Susurraba Anny, siendo golpeada cada vez más fuerte, hasta que Shpan se aburrió y apuñalo su estomago, ese vestido ahora era rojo.
Anny intento gritar pero fue tomada por el cuello, la golpeó en la cara y quedo aparentemente inconsciente.
Shpan al ver que no respondía solo hizo una mueca y gruño:
-Pensé que serías más difícil-
Después de eso se retiro, corriendo al cuarto de Albert.

En la habitación de Jey, ella despertó al caerse de la silla. Cuando se reincorporó vio las cartas, y una con su nombre anotado le llamó su atención, la abrió y se quedo en duda con lo que decía:


De: Anny
Para: Jey

Hola, te escribo porque a pesar de que estuviste con migo en un momento de angustia, hablaste y me acompañaste, a pesar de que te quedaste dormida, me sirvió. Ahora no tengo miedo de lo que vaya a pasar. 
No sé que sea pero estoy lista.
Gracias.


Cuando terminó de leer esto, no lo comprendió al inicio, pero al leerla detenidamente se preocupo por ella, tomo una navaja y fue a buscarla. En la sala no estaba, fue a su piso, tampoco estaba, pero su cuarto estaba abierto. Se acerco y noto unas cuantas manchas de sangre y entró rápidamente.
(Pongan la canción V3)
No había luz pero podía ver la ventana que iluminaba un poco, la abrió de un golpe y busco en toda dirección donde podía ser visible. Cuando encontró a Anny calló en rodillas.
-¡Anny!-
Gritaba una y otra vez, se acerco gateando a ella y le acarició la cara, pero su piel estaba fría.
-¿Quién te hizo esto?-
Preguntaba entre lágrimas.

-¿Jey?-
Preguntó una débil voz apenas perceptible.
-¿Anny? ¡Anny! Tranquila, resiste... Resiste saldrás de esto-
Decía Jey, alentándola a seguir luchando.
-No Jey... No te preocupes, moriré bien...-
-No digas cosas como esas- Acariciaba y quitaba el cabello de su cara. -¿Quién fue?
-Shpan-
Apenas podía hablar, pero logró decir esa palabra.
-Tranquila, por favor... No mueras, eres increíble puedes salir de esta-
-No Jey-
Respondió Anny tomando la mano de Jey y pasándola sobre su abdomen, Jey abrió los ojos al sentir la cantidad de sangre que estaba afuera y la que salía. Al instante se dio cuenta que no se salvaría.
-Jey, tranquila-
Susurro Anny mirando a Jey, ella también la miraba entre lágrimas. La cara de Anny estaba morada en la parte izquierda, su cabello alborotado tendido sobre las rodillas de Jey y el piso en un charco color carmín.
-No mueras... ¿Qué pasará con tu misión?-
-No te preocupes por eso... Yo hice lo que pude... Pero ni fue suficiente-
Anny comenzó a soltar lágrimas pequeñas y brillantes, la cara estaba descubierta y dejaba ver su piel brillante a la luz de la luna, su cabello tendido y sus ojos con lágrimas que dolían ver.
Cada vez, la respiración se hacía menos constante y más débil. Estaba a punto de morir.
-Jey... Prométeme una cosa-
Dijo apenas.
-Claro-
Acepto Jey dejado caer lágrimas en la mejilla de Anny.

Estaba a punto, en el arco final.
Jey estaba llorando igual que Anny, una al lado de la otra. Y pensar que hace unos minutos hablaba de Vel. Anny en su último aliento, en su petición final. Victima de Shpan, y después de pedir se iría y nunca volvería a ver a Vel, ni Togam, ni nadie, dijo:


-Jey... Cuida de nuestro... Hermano-

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