Capítulo 28- Cartas
A
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nny subía las escaleras apenada pero satisfecha por lo que le dio
a su hermano. Su cabello volaba frágilmente, era delicada para que sus pisadas
no resuenen en un sonido seco y hueco que solo haría llamar la atención, pero
estando ya en su piso, comenzó a caminar pacientemente, pensaba en muchas
cosas. Pero de lo que estaba segura es que estaba feliz. Hace ya mucho tiempo
desde que no le hablaba a su hermano, que no comían juntos, que no
cocinaban.
Así que a unos cuantos
pasos de su cuarto, reviso en su bolsa si estaba la llave, para darse cuenta
que no llevaba bolsa que seguramente estaba en el sillón, así que fue de nuevo
a la habitación.
Cuando llego estaba aún
la luz de la sala prendida, pero nadie estaba. Y se acerco a buscar la llave,
como lo pensó estaba debajo de uno de los cojines, tomo la última galleta y
cuando la estaba comiendo tenía un mal presentimiento.
-Esta galleta... Sabe
diferente... Quizá le falto azúcar o algo-
Se decía ella sin hacer
mucho ruido, cuando se iba el sentimiento ganó y quería disculparse y
despedirse, ¿por qué?
Se acerco a la puerta de
la habitación de su hermano pero no se escuchaba nada, supuso que estaban
dormidos. Fue a la de Togam pero se escuchaba una ducha, entonces renunció a
llamarla a ella, se acerco a la puerta de Jey y tocó.
Cuando menos se lo
espero Jey apareció con su pijama azul celeste y patos amarillos.
-¿Quién es?-
Pregunto débilmente con
los ojos hinchados y medio abiertos.
-Ah... Perdona Jey-
Anny se aguantaba las
ganas de reír.
-¿Anny?...- Se tardo pensando
hasta que reacciono -¡Anny!-
Reacciono alturadamente
por cómo estaba vestida, tan vulnerable y descuidada, la metió antes de que
alguien la viera vestida así.
La tomó por los hombros
y la metió a su cuarto.
-¿Qué pasa?-
Pregunto Jey.
-Disculpa, no quería
despertarte... Es solo que quería hablar contigo-
Explico Anny.
-No te preocupes, pero
¿qué no se supone que debes estar ya en tu cuarto dormida?-
Pregunto Jey.
-Sí, se supone pero
olvide mi llave y regrese por ella, pero antes quería pasar a escribir unas
cartas-
-¿Cartas? ¿Para?-
-No lo sé, un capricho
mío-
-Entiendo, vamos te
ayudaré a escribirlas-
-¡Gracias!-
Jey prendió la luz y se
sentaron.
-Dime, ¿qué quieres
escribir?-
Pregunto Jey.
-No lo sé, ya se me
ocurrirá algo-
-Bueno, ¿por qué me
pediste ayuda?
-Es que toqué primero la
puerta de mi hermano, pero nadie me respondió...-
Jey se pregunto
¿por qué ignoraría Vel a Anny? Después de unos cuantos momentos
entendió... -John-
-¿Mande?-
Preguntó Anny.
-No nada-
-Lo sé no te preocupes,
yo se que John y Vel iban a tener relaciones-
Admitió sin pena y
tartamudeos en ninguna palabra.
-¿Cómo es qué....?-
-Sé que John es la
pareja de Vel, y no tendría nada de malo, además les di un gorrito o algo así-
Jey se sorprendió pero
al imaginar la reacción de Vel que no estaba tan alejada de la realidad reía a
carcajadas.
Cuando se calmo Jey le
pregunto:
-Ya, ya... ¿Y quién fue
la segunda persona a la que acudiste?
-A Togam, pero se estaba
bañando-
Jey se quedo con la
pregunta en la boca: << ¿Bañándose?>>. -[¿Qué no se supone que se
había bañado antes de la fiesta?]- Pensaba hasta llegar a diferentes premisas
-[Togam le incomodaba un poco juntar las piernas, ¡¿Será qué?!... Pero, ¿con quién?... Últimamente Brun ha
estado muy cariñosa con ella, pero no creo que sea capaz, pero las apariencias
engañan]- Cuando se dio cuenta que Brun se había ido
"disimuladamente" al cuarto de Togam.
-Entonces... No me
abrió-
Jey reacciono un tanto
sorprendida, pero tendría con que molestar a Togam de ahora en adelante, y a
Brun por supuesto.
-¿Y quién fue la
tercera?-
Pregunto Jey.
-Tú-
Respondió alegre Anny.
-Por algo dicen que la
tercera es la vencida ¿no?-
-Supongo-
-Bueno ya, cuéntame ¿cómo
era tu hermano de pequeño?-
Tenía la cara juguetona
porqué podría sacar información con la que molestar a Vel en un futuro.
-Bueno, no somos
hermanos de sangre-
-¿Cómo?-
-Sí, mis papás lo
recibieron cuando estaba más pequeña y lo cuidamos, estaba en una clase de
pelea o escapando de algo-
-Escapando...-
-Sí, pero eso no
significo nada porque tiempo después nos hicimos muy unidos, me cuido cuando
tuvimos que escapar de la ciudad para llegar a los camiones, cuando mi padre
tenía ataques de esquizofrenia. Y siempre me protegió. Yo quiero protegerlo
ahora a él-
-Entiendo, eres una
persona increíble-
-Gracias-
-Se nota que quieres
mucho a Vel-
-Sí, además de que
siempre lloraba porque le quitaba la última paleta-
-Vaya niño-
-Sí, pero siempre será
mi hermano. Quizá el destino no quiso que naciéramos en la misma familia pero
eso no basto-
-Qué lindo, pero vamos
acabar la carta ¿vale?-
-¡Claro!-
Terminando cada carta,
para cada quién Jey estaba profundamente dormida en la mesa, Anny había
colocado las cartas de ella, Paty y su hermano alado de ella, la cobijo, apagó
la luz del cuarto y salió. Dejo cartas en las puertas de cada quien,
deslizándolas por debajo. Las de John y Vel tenía miedo de escuchar algo así
que las dejo en el plato donde estaban los macarrones.
Camino hacia arriba,
tomó las llaves y abrió la puerta, estaba oscuro, prendió el interruptor de la
luz pero no prendía.
-Vaya niñita, no se
asusta con la oscuridad-
Dijo una voz, Anny no
podía descifrar de donde provenía. Tomó el cuchillo escondido en su vestido y
agudizó la oreja.
-Mira niña, tengo ordenes
de matarte así que si eres buena quizá consideré matarte rápido... Pero
recuerdo que lo consideraré-
-Perra-
Dijo Anny, ya sabía de
quién era esa voz: Shpan.
-Maldita mocosa-
Sabía a quién le
pertenecía esa voz que sin duda alguna, le irritaba los oídos y le ponía de mal
humor, ahora tenía que saber donde estaba.
-Muéstrate perra-
Anny tomo el cuchillo y
empezó a reflejar la luz con la hoja para ver algún relieve, cuando lo encontró
notó el pie de Shpan que se acercaba a ella, sujeto el cuchillo y desvió el
ataque, las hojas dejaban notarse por el brillo y así eran detenidas. Anny era
más rápida además de asegurarse de ser impredecible pero no alocada ni al azar.
Shpan estaba recibiendo
cortes en el abdomen y las piernas, Anny lo notaba por los sonidos que hacía de
dolor.
-Perra-
Susurraba Shpan, pero
Anny estaba serena, podía predecir los golpes de Shpan, pero no noto el
rodillazo en su estomago.
Anny se agacho pero fue
levantada jalada por su cabello.
-Mira, ¿no que muy
buena?
Anny le escupió pero
solo recibió otro rodillazo esta vez escupía forzosamente.
Shpan disfrutaba eso, no
se veía la sonrisa en su cara pero se percibía, esa sed de venganza.
-Shpan... Muerte-
Susurraba Anny, siendo
golpeada cada vez más fuerte, hasta que Shpan se aburrió y apuñalo su estomago,
ese vestido ahora era rojo.
Anny intento gritar pero
fue tomada por el cuello, la golpeó en la cara y quedo aparentemente
inconsciente.
Shpan al ver que no
respondía solo hizo una mueca y gruño:
-Pensé que serías más difícil-
Después de eso se
retiro, corriendo al cuarto de Albert.
En la habitación de Jey,
ella despertó al caerse de la silla. Cuando se reincorporó vio las cartas, y
una con su nombre anotado le llamó su atención, la abrió y se quedo en duda con
lo que decía:
De: Anny
Para: Jey
Hola, te escribo porque a pesar de que
estuviste con migo en un momento de angustia, hablaste y me acompañaste, a
pesar de que te quedaste dormida, me sirvió. Ahora no tengo miedo de lo que
vaya a pasar.
No sé que sea pero estoy lista.
Gracias.
Cuando terminó de leer
esto, no lo comprendió al inicio, pero al leerla detenidamente se preocupo por
ella, tomo una navaja y fue a buscarla. En la sala no estaba, fue a su piso,
tampoco estaba, pero su cuarto estaba abierto. Se acerco y noto unas cuantas
manchas de sangre y entró rápidamente.
(Pongan la canción V3)
No había luz pero podía
ver la ventana que iluminaba un poco, la abrió de un golpe y busco en toda
dirección donde podía ser visible. Cuando encontró a Anny calló en rodillas.
-¡Anny!-
Gritaba una y otra vez,
se acerco gateando a ella y le acarició la cara, pero su piel estaba fría.
-¿Quién te hizo esto?-
Preguntaba entre lágrimas.
-¿Jey?-
Preguntó una débil voz
apenas perceptible.
-¿Anny? ¡Anny!
Tranquila, resiste... Resiste saldrás de esto-
Decía Jey, alentándola a
seguir luchando.
-No Jey... No te
preocupes, moriré bien...-
-No digas cosas como
esas- Acariciaba y quitaba el cabello de su cara. -¿Quién fue?
-Shpan-
Apenas podía hablar,
pero logró decir esa palabra.
-Tranquila, por favor...
No mueras, eres increíble puedes salir de esta-
-No Jey-
Respondió Anny tomando
la mano de Jey y pasándola sobre su abdomen, Jey abrió los ojos al sentir la
cantidad de sangre que estaba afuera y la que salía. Al instante se dio cuenta
que no se salvaría.
-Jey, tranquila-
Susurro Anny mirando a
Jey, ella también la miraba entre lágrimas. La cara de Anny estaba morada en la
parte izquierda, su cabello alborotado tendido sobre las rodillas de Jey y el
piso en un charco color carmín.
-No mueras... ¿Qué
pasará con tu misión?-
-No te preocupes por
eso... Yo hice lo que pude... Pero ni fue suficiente-
Anny comenzó a soltar lágrimas
pequeñas y brillantes, la cara estaba descubierta y dejaba ver su piel brillante
a la luz de la luna, su cabello tendido y sus ojos con lágrimas que dolían ver.
Cada vez, la respiración
se hacía menos constante y más débil. Estaba a punto de morir.
-Jey... Prométeme una
cosa-
Dijo apenas.
-Claro-
Acepto Jey dejado caer
lágrimas en la mejilla de Anny.
Estaba a punto, en el
arco final.
Jey estaba llorando
igual que Anny, una al lado de la otra. Y pensar que hace unos minutos hablaba
de Vel. Anny en su último aliento, en su petición final. Victima de Shpan, y
después de pedir se iría y nunca volvería a ver a Vel, ni Togam, ni nadie,
dijo:
-Jey... Cuida de
nuestro... Hermano-
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