viernes, 31 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XVIII

Capitulo 18- Estilo

P
aralizados, sabían que no podrían ganar, eran muchos, así que pensaron rápidamente, buscaron alguna salida o puerta, algo que les ayudara a escapar o ganar tiempo, algunos miraban las cosas avanzar a ellos a una velocidad moderadamente veloz. Hasta que John jaló de la mano a Vel y le indico una pequeña reja donde podían pasar por debajo.
-¡Vel por acá!
Exclamó John corriendo al enrejado cubierto de plantas y arbustos, sobresaliendo un pequeño metal puntiagudo que brillaba.
-¡Chicos, por aquí podemos ganar tiempo!
También exclamó Juria.
Todos corrieron hacia la reja y lograron pasar por debajo de la reja, que estaba tan bien camuflada entre montones de hojas secas, enredaderas que crecían y subían en ella de color verde esmeralda y verde limón, y la tierra cubierta de pasto café y amarillento pero con ligeras manchas de verde, pero Jeim fue tomada de su pie por una de esas cosas, con cara de reptil y una mano casi pegada al cráneo la empezó a jalar.
-¡Jeim!
Gritó Togam y con una patada Jeim le incrusto el metal afilado sobresaliente en su ojo, llegando hasta su moribundo cerebro, tapando el pequeño desnivel.
Después de un rato caminaron pensando en una estrategia, pero todo el tiempo John tomando la mano de Vel, y con la otra empuñando la espada filosa pero ligera.
-¿Y si regresamos por más?
Pregunto Jeim.
-¿Más qué?
Regreso Juria con otra pregunta con un tono altanero y algo hiriente.
-Púes, con más personas, más armas... Más posibilidades. Sugirió él.
-Estas más que loco. Comento Juria alterada, se levantó y se fue a revisar el perímetro.
-¿Qué? ¿Dije algo malo?
Pregunto culpable Jeim.
-No, verás, si regresamos Albert no dejará que nos ayuden o también, si lo logramos, seguramente nos dejará morir o luego nos echaría. Explico Togam. Iré por ella, no se preocupen. Dijo Togam y saliendo trotando en busca de Juria.
-Será mejor hacer un buen plan. Una buena estrategia. Comento Jey.
-Sí, pero ¿qué?
Pregunto Brun.
-Podemos acabar con ellos en partes. Sugirió John.
-Imposible. Cortó verazmente Vel a John. -No somos tantos para acabar con todos ellos, ni juntos ni separados.
-¿Alguna idea?
Pregunto Brun.
-Hay una. Sugirió Paty.
-Dinos, si es que tienes alguna. Dijo Eric.
-Sí, tengo una. Dijo Paty enojada, Eric no le daba buena espina, y prosiguió. -Púes... Bueno, yo propongo lograr reunir a un cierto número de esas cosas en un lugar de pasto rodeados de hojas, pero en el centro libre de árboles, amarrar mis hilos y de un movimiento cortar a todas y cada una de ellas. 
-Suena inteligente. Admitió Jey.
-Sí, pero ¿y las demás de esas cosas?
Cuestiono Eric.
-Simple, las eliminamos haciendo un segundo anillo alrededor del de Paty, y disparamos a la mayoría, las demás podrían encargarse cuerpo a cuerpo después de terminar con el fuego. Termino de decir Vel para que Eric no comentará más, estaba haciéndolo apropósito para molestar a Paty.
-Me parece genial. Apoyo Jeim.
-Pero, ¿A cuántos puedes matar?
Pregunto Jey a Paty, está se giro a mirarla decidida y fuerte. Con sus cabellos cortos hasta los hombros negros como la penumbra que dejaba las enormes sombras emitidas de los árboles, pero el ligero brillo remarcaba y contorneaba su cabello, sus ojos se tornaron naranjas, un naranja fuerte y muy seguro de sí mismo. Como un par de comalias enardecidas por el naranja intenso reflejado de las plantas de este color rodeando a Paty.
-Puedo matar a cuarenta, cincuenta su caliento bien. Aseguro ella.
-Me parece perfecto, a trabajar yo le avisaré a Togam y Juria. Dijo Vel, después se fue en busca de ambas.

Ya todos preparando la carnada, Brun, todos calentando su cuerpo para no lastimarse, Paty calentaba y se estiraba en lo alto de un árbol, ella nunca le tuvo miedo a los seres vivos, pero sí a las alturas, pero sabía que de esto dependía mucho. Sabía que tenía que hacerlo bien, perfecto. Cuando termino esto ella tomo seis hilos, luego otros seis en su otra mano. Quizá sería demasiado para su cuerpo, pero solo sería un momento, así que se arriesgaría. 
Cuando estaba con sus padres, ellos le enseñaban a dominar cada hilo con entrenamiento aburrido según ella, manejando listones en ballet, moviéndose ágilmente con movimientos elegantes, y mejorando con gimnasia, pero ella le aburría eso, y cada hilo le tomaba aproximadamente dos años y medio. Ella ahora no tenía eso en ese momento.
-¿Estas lista?
Dijo una voz.
-¿Quién está ahí?
Pregunto Paty asustada.
-Soy yo, Vel. Subiendo por otro árbol, ellos estaban a mínimo, seis metros arriba del piso.
-Sí, gracias... Espero hacerlo bien. Dijo casi susurrando.
-Lo harás bien, estoy seguro. Comento Vel. -Solo venía a verte, quería ver que estabas bien, si necesitas algo solo llámame.
Y apunto de bajar de la rama, Paty le habló. 
-Espera, quiero decirte algo, necesito tu opinión. ¿Soy bonita?
Vel se quedo sorprendido por eso, con algunos instantes que parecían eternos, minutos que se asemejaron a horas, él respondió.
-Pero claro, ¿por qué lo preguntas?
-No sé si lo soy, me siento inútil, no puedo manejar muchos hilos, además, por lo menos Jey, Juria, Togam ayudan en algo más que yo y tienen mejor cuerpo, solo mírame. Explicó Paty.
-No digas estupideces, tú eres muy bonita, sin mencionar que tener un bello cuerpo debes quererte como eres y no dejarte llevar, además, tus hilos enserio que ayudan mucho. Dijo Vel con una sonrisa.
Vel le sonrió y empezó a descender del árbol a zancadas grandes, rebotando en las ramas gruesas y cafés, moviéndose con mucha seguridad y libertad, el se vía vivo y se divertía, hasta dejo escapar una carcajada, sosteniéndose con sus brazos y las piernas flexionadas se marcaban sus músculos, cuando llegó al final, John lo sostuvo y cayó sobre él, quedando Vel encima y ambos empezaron a reírse, cuando acabaron las risas, John dio tiernamente un beso a Vel.
Paty se enojo un poco, no de ellos sino de ellas misma, no sabía si algún día podría tener el mismo futuro, encontrar a alguien. Pero estaba segura de las palabras de Vel, ella podría conseguir cual quiero cosa si quisiera, podría tener todo y nada a la vez, podría llenar ese vació que tiene, o quizá le gustaba estar vacía. No, definitivamente no. Tomando los hilos, y sumando ocho en cada mano, las dejo caer por el enorme árbol, y de dos en dos, de tres en tres, empezó a acomodarlos en las ramas, en las hojas del piso, amarrados como telarañas enormes, tendidas de cada extremo de las copas de los árboles, con agujas encajadas en los árboles, y algunas atrancadas con piedras, Paty estaba lista y segura de ello.
Los que dispararían estaban puestos y sujetos en algunas ramas no tan latas de los árboles, donde podrían saltar una o dos ramas para llegar al piso y cuando acabarán de disparar, ayudar de manera, cuerpo a cuerpo. Los demás chicos estaban escondidos en pequeñas cuevas o agujeros camuflados con hojas y lodo.
Un incomodo silencio reino todo ese amplio espacio.

Hasta que llego Brun, saltando y corriendo a todo lo que su cuerpo podía dar, evadió las ramas de los árboles que sobresalían del piso y levantaban hojas, las piedras que estaban en el camino, las ramas caídas que rasguñaban los brazos de Brun y saltando los agujeros del piso, algunos llenados de hojas.
-Ya llego. Dijo Paty, jaló aire a sus pulmones, un aire muy fresco y relajante, y dejo escaparlo fugazmente cerrando los ojos y recordando las lecciones, los majestuosos movimientos que hacía su madre.
Brun llego al centro, y se dejo caer en un agujero hecho apropósito tapado con hojas, y cubriéndose con una cobija gruesa de hojas y ramas, que si bien, también servía como camuflaje. Cuando esas cosas llegaron al centro, o la mayoría se adentro al espació vació se detuvo a buscar algún rastro de Brun, pero las hojas y el lodo tapaban su olor. Así que Paty tomo ventaja.
-¿Listos?
Dijo ella levantando las manos y jalándolas hacía abajo impulsadas con su cuerpo, saltando y aterrizando en una rama más baja que ella, los dieciséis hilos salieron fuertemente impulsados los encero a esas cosas, en una red de metal, amontonados y aplastados aún se movían, así que salto dos más abajo y corto la mayoría, ella sonrió victoriosa, pero algo estaba mal.
Los hilos se movieron y cayeron carecientes de fuerza y poder, su sonrisa se borro rápidamente de su cara cuando vio eso, pero su cara cambió a una mueca de dolor, cuando vio su brazo estaba siendo enredado por los mismos hilos, y su dedo estaba siendo torcido cruelmente, igual que su pie, se arrodillo y empezó a gritar, con eso todos entendieron perfectamente que algo no estaba bien.
Todos salieron de sus escondites, y las pocas criaturas que quedaban se reunieron con más que aparecieron, empezaron a pelear y matar, pero Paty exclamo.
-¡No! ¡Esta es mi prueba!
-¡No estás sola! 
Grito Jey tomando sus navajas, Paty la miró y entendió esos ojos cafés tan puros y acaramelados, la hizo recapacitar y generar una duda.
Se calmo, apaciguo su respiración y levanto su cabeza, su camisa color crema ondulaba suavemente por el aire, su pantalón de mezclilla se ensuciaba de corteza de árbol, su cabello corto pero libre onduló y los ojos se abrieron muy poco, pero sus ojos eran cafés, un café tan calmado que hasta daba inseguridad, algo tan tranquilo no era normal, era un marrón canela, pero brilloso y por dentro, sollozante, pero Paty, se dejo caer por el árbol.
Cuando daba la primera vuelta extendió sus brazos y les ejerció presión, movió sus piernas y jaló con sus manos el aire hacía delante, cayendo de pie sobre una pequeña capa que simulaba el piso, pero sostenido en el aire, saltó y cayó sobre otro, luego dio una vuelta levantando su pierna derecha y simulando alas con las manos termino levantándolas, los hilos rechinaron y cortaron en cuestión de segundos algunos, con los hilos atorados en el piso extendidos hasta el cielo, se movían y cortaban simple y ligero, como láser manados del cielo. Ella descendió hasta la mitad del árbol en el que estaba se dejo caer de espalda agarrada por otros hilos y empezó a dar vueltas deteniéndose cerca del piso, su cabello estaba a escasos centímetros, ella se levanto y extendió las manos, los hilos simularon ondas de agua que cortaron ferozmente a esas cosas, sin cortar un centímetro a sus amigos, ella se impulso hacia arriba y comprendió esbozado una sonrisa.
-Lo entiendo, no es una técnica específica, es como te acomodes, es como sientas la liberación salir por tu cuerpo y emanar esa pasión. 
Cortando a todas esas cosas en cuestión de minutos.
Cuando todo acabo, Paty camino desde la copa del árbol hasta el piso apoyándose en los hilos, todos asombrados, Togam recopilando datos, Paty cayó exhausta en los brazos de Jey.

Aprovechando todo eso, Jeim se dirigió a Togam para tomar una charla.
-Hola.
-Hola. Respondió ella.
-Estuvo genial, ¿no?
Pregunto él.
-Si, Paty es asombrosa. Reconoció ella mientras movía con un palo la carne del cráneo para ver.
-Dime, ¿te caigo bien?
Volvió a preguntar Jeim.
-Sí. Respondió sin mucha dificultad mientras analizaba los huesos, no estaban separados, la mandíbula de la serpiente estaba pegada y fusionada por los huesos del tórax del humano.
-Entonces, ¿Quisieras salir con migo mañana?
Pregunto seguro Jeim con una gran sonrisa.
Togam titubeó, pero respondió. -No lo se... Pero creó que, sí, está bien. Dijo mirándolo con otra sonrisa y los pómulos sonrojados y nerviosos.
­Pero Brun logró escuchar todo, desde detrás de un árbol grande, quizá había ido a ese lugar para decirle algo a Togam, o quizá fue por que Jey le pidió que recogiera las agujas amarradas a los hilos. Seguramente fue por eso.


sábado, 25 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XVII

Capitulo 17-Búsqueda

En la mañana con un sol magnifico y sus rayos iluminando los árboles que apocaban la mayoría de rayos y solo dejaban pasar algunos débiles y tenues, iluminaban algunas partes del edificio, y rodeados de enromes árboles con hojas que parecían crisocolas colgando de las ramas castañas, verdes cazador y arlequín eran los colores que más se presentaban. La mayoría de todos los chicos estaban despiertos, la mayoría estaba levantada, a excepción de John y Vel, ambos estaban acostados y dormidos, como se quedaron en la noche acurrucados y abrazados. Entre ronquidos y sueño pesado que cada uno se cargaba Jey interrumpió en la habitación con un grito.
-¡Flojos ya levantence!
-¡¿Qué pasa?!
Grito saltando conmocionado Vel.
-¿Qué pasa Vel?
Pregunto John aún con los ojos cerrados.
Jey noto que Vel no llevaba camisa, John la blanca de tirantes y ambos en bóxer.
-Lo siento... No quería... ¡Pervertidos!
Dijo Jey pegando un grito al final, trabandoce un poco y eneredandoce con su propia lengua.
-¿Por qué nos llamas pervertido?
Pregunta Vel enojado.
-Púes, mírate estas en bóxer, con un hombre en la misma cama ¿Eso no es indicio de perversión?
Respondió Jey enojada y hecha un tomate.
-¡¿Qué?! No hicimos ¡nada! Qué tu lo mal pienses y digas que hemos hecho algo malo es muy tu problema. Habló John levantandoce.
-Si no hicieron nada, entonces ¿porqué están así?
-Púes...
Se quedo sin palabras Vel.
-Tenía miedo, por eso lo cuide. Completó John.
-¡¿Qué?!
Exclamó Vel.
-Ya veo, entonces no creó que haya mucho problema... Pero a la siguiente por lo menos avisen ¿si?
Dijo algo divertida Jey.
-La que tuvo que haber avisado fuiste tu. Respondió Vel.
-Calla, bueno mejor me voy. Cambience rápido nos mando a recolectar comida. Argumento Jey mientras se encaminada hacía la puerta Jey.
Con un saco negro hasta las rodillas, una camisa de tirantes azul obscuro con una marca de corazón en medio, unos jean's negros y las botas negras pesadas y gruesas. Con él cabello negro ondulado cayendo por su espaldas y hombros, con la mirada simple y amistosa, dejo salir una sonrisa en su boca, con el mechón azul eléctrico flotando un instante, hasta que salió de la habitación por la puerta dejando ver su ojo café como el chocolate, con los brillos rodeados de un tono siena y sombras color ocre, dejo escapar algo que a Vel le recordaba, y por primera vez pudo contemplar los ojos, o mejor dicho, él ojo que parecía una Agata, era ese ojo tan peculiar de Jey.
-De acuerdo. Asintió John, levantandoce de la cama se estiro y la camisa blanca se levanto hasta el ombligo, sudado de la parte inferior de su torso, se pegaba el bóxer, tanto por detrás y los músculos de John hizo sonrojar fácilmente a Vel, esté se volteó a pesar de querer seguir viendo el cuerpo de John.
-Tranquilo, no te pienso hacer nada. Dijo John tomando la camisa negra que estaba en el cajón a un lado de él.
-Es que... Deberías vestirte. Dijo Vel tartamudeando.
-Vel, quiero que me veas como una persona sí, no tienes que avergonzarte por verme, y tampoco por no dejarte ver. Le comento a John tranquilo y sin alguna emoción.
-Es que... Nunca había pasado algo como esto, John es un poco penoso. Admitió Vel.
-Pero no tiene que ser penoso si no quieres, ¿vale?
Le dijo John a Vel mientras se ponía los pantalones azules, ya con la camisa puesta y marcandole los músculos.
-Eso quiero, pero...
Quedando en silencio un pequeño instante hasta que retomo la palabra. -No es tiempo para hablar de esas cosas, tenemos que ir por esas cosas si no es que Albert tiene otra sorpresa.
-Lo se. Admitió John.
Cuando Vel se cambió salió del baño, se había ido a lavar los dientes y aún tenía desabrochado el pantalón de mezclilla, con una camisa blanca nieve que undulaba al llegar a la cintura, y un collar en forma de gota de color azul, era una hemiformita. Un regalo para Anny por haber sido valiente todo este tiempo, ya estando todos listos para salir John le abrocho le pantalón a Vel.
-¡¿Qué te pasa?!
Exclamó Vel.
-No puedes ir por hay con el pantalón abierto. Argumento John cerrándole el cierre con la mano derecha.
-Es... Muy incomodo John. Dijo Vel casi susurrando para que solo John lo logrará escuchar.
-Ya, tranquilo, mejor pongámonos en marcha.
-Es cierto. Dijo Vel al final, y saliendo del edificio se encontraron a Albert de pie esperando que salieran. Con una camisa de cuadros café, unos jean's azules y sus botas café, sin chaleco ni nada. John y Vel se soltaron cuando les dirigió la mirada.
-Hola señor, buenos días. Saludo Togam y Juria.
-Hola Albert. Completo los demás con caras desinteresadas.
-Hola bastardos. Saludo muy sutilmente para que no notarán su odio y enojo que siempre se cargaba. -Como saben, los mandaré a una recolección, pero púes no es una simple recolección, es una recolección de datos. Algunas notas y periódicos hablaban de una clase de esas cosas que no tenían piernas y se arrastraban. Así que irán a ver si es cierto y recolectarán información.
-Pero, ¿Cómo?
Pregunto Paty algo asustada.
-Jugando y preguntándoles. ¡No seas estúpida! Es más que obvio que peleando niña retrasada. Regaño Albert a Paty.
-No le hables así a Paty. Rugió Jey casi por naturaleza.
-Cierra la boca maldita zorra. Dijo y seguido le golpeó con el brazo a Jey, pero se metió Brun.
-Aléjate maldito bastardo. Dijo Brun con una mirada fulminante, pero no para Albert.
-Qué lindo, un trío de escuincles. Gruño Albert pateando en la pansa a Brun y dejándolo tirado en el suelo frío.
Togam quiso lanzarse para auxiliar a Brun, pero su trabajo se lo impedía, no podía ayudarlo aún que quería hacerlo. Y Juria miraba con mirada fría e inexpresiva.
-Creo que ya es mucho, ¿no?
Sugirió John con una sonrisa fingida y un brillo vacío.
Albert se enojo pero se calmo. -Creo que tienes razón chiquillo, es mejor vomitar que perder el tiempo con ustedes miseria de humanos, chico falso. Y con las ultimas palabras se dirigió a John quién sonreía todavía, Vel se altero un poco pero pudo disimularlo. Hasta que por fin se marcho dirigiendoce al interior del edificio.
Todos lo miraban con odio y rencor, pero Togam y Juria permanecieron inmóviles hasta que la silueta de Albert desapareció, parecía que su figura de difuminaba con la oscuridad del primer piso gris metálico y negro penumbra.
Juria se acerco a la puerta para ver si Albert regresaba, Togam fue a ayudar a Brun, y Jey se sobaba el cachete rojo con lagrimas de odio que le recorrían ligeramente la cara hasta la barbilla y caían en el  cemento pesado.
-Es un maldito hijo de- Dijo Jey siendo interrumpida por él hombro de Vel.
-Tranquila, dejemos que se recuperen un poco y después empezamos. Recomendó Vel dirigiendoce a todos, los demás aceptaron.

Ya a medio día, unas dos horas de lo que había sucedido Brun estaba bien, Jey ya no tenía lo rojo del cachete, solo le dolía un poco, pero no tenía ninguna marca o moretón. Cuando Juria hablo.
-Chicos, tengan cuidado con ese hombre, es demasiado fuerte.
-¿Por qué lo dices?
Pregunto Paty asombrada.
-Es una historia que espero contarles más adelante, pero ahora vamos por esas cosas. Comento Juria cambiando de tema fácilmente.
-De acuerdo, te creo. Confeso Eric tomando la espada europea recargada en el árbol. Una espada pesada y plateada, con una hoja larga y gruesa, evidentemente letal. Con el mango envuelto de cuero negro, un anillo azul prusia que llegaba hasta un cuarto de la hoja.
-Dime Eric. ¿Cual es tu historia?
Pregunto John, ayudando a levantarse a Jeim.
-Bueno, es un poco larga. Consiguió decir seguro.
-Púes tenemos un largo camino, nos puedes contar mientras tanto. Aseguro Jeim.
-Sí, me interesa tu pasado. Admitió Juria, dejando todos observándola asombrados. -Bueno, es que si vamos a tener a alguien más es mejor estar seguros.
-Tiene razón Juria, ¿nos puedes contar?
Sugirió Vel, pero solo eso, sugirió.

Ya en el camino Eric les comenzó a hablar.
Cuando estaba caminando por la calle para ir a la escuela, noté que gente estaba corriendo por la avenida principal de Gulantres, al ver las caras de horror de las personas me dirigí a ver que era lo que sucedía, pero al llegar la gente que no estaba corriendo y se tropezaba se fijaron en mí, quizá por el horrendo uniforme de mi escuela, gris con lineas amarillas de mírame ahora. Se dirigieron a mí, yo pensé que iban a preguntar que hacía así, pero noté que esa gente le faltaba carne en la cara, las manos, o les faltaban extremidades enteras, así que corrí para escapar, sabía que si me llegaban atrapar la pasaría muy mal.
Corrí en la dirección contraría hacía donde toda la gente se dirigía, pero cuando me detuve supe porque corrían. Estaba un enorme montón de esas cosas caminando, no podía contarlos, así que corrí a un callejón donde me escondí en un bote de basura. Pasaron cierto tiempo, de hecho logré conciliar el sueño, pero cuando desperté era la tarde, los colores anaranjados del cielo se tornaron rojos cuando a mi alrededor solo había sangre, no unas ligeras marcas, sino una capa de sangre fresca que dejaba anchados mis zapatos, y montones de cuerpo con los órganos al descubiertos, pero eran todos o la mayoría de órganos.
Empecé a caminar cuando sentí una mano en mi pierna, yo sentí mucho miedo, y cuando gire la cabeza para esperar que una de esas cosas me devorará el pie mi cara paso de mido a compasión. Era una mujer que me pedía ayuda, pero soltó un grito y al ver sus piernas tenía a una de esas cosas, pero no un adulto o anciano, en cambio, era un niño de no más de diez años, tome el cuter de mi bolsillo, el cual había preparado antes de salir y me puse en defensa, la mujer soltó mi mano y sus ojos dejaron el brillo de la vida, solo quedo la sombra de la muerte en aquel lugar. Cuando ese niño se dio cuenta que yo estaba ahí salto en contra mía, yo solo me agache u logre rasgarle el cuello, lo suficiente para que el niño no pudiera sostener su cabeza, le había cortado la mitad del cuello, y cuando giro bruscamente su cabeza se vio obligada a caer, seguido del cuerpo. Desde entonces empecé a buscar mapas y revisar en sitios de internet algún lugar seguro.
Cuando estaba caminando sin algún objetivo llegue a una gran carpa, cuando me metí estaba Albert, era un vecino que pocas veces estaba en casa, pero me dio un pase seguro con él, y así fue, además de encontrar a la chica que ahora es mi novia, Noscan.
Pero eso es otro rollo, el cazo es que todo el camino estuve en el mismo camión que él, y cuando los cambio me dijo que me quedará e hice caso. Desde entonces me llamo la atención la manera en la que peleaba Juria. Cuando tuve que buscar comida antes de encontrar a Albert, tuve que asaltar y matar, por unas cuantas latas, algo de lo que me acuerdo gloriosamente es que me quede un buen rato en un centro comercial con otros amigos que hice en mi camino, conseguí ropa, comida, agua y diversión por un buen rato, hasta que un amigo decidió matar a todos por una broma que le hizo una chava, todos murieron pero yo logre salir por detrás del centro, y cuando estaba en lo alto de un edificio noté la carpa enorme, y decidí ir en busca de ella, tenía un nombre extraño y el mismo logo que el de la entrada del edificio.

-Entonces dices, que... ¿Tienes novia?
Pregunto Juria.
-Si, seguro no la conocen, es muy tímida pero ya me ha cansado. Admitió Eric.
-Pero, ¿por qué?
Pregunto nuevamente Juria.
-Es que, es muy empalagosa y parece chicle cuando estoy con ella. Comento Eric.
-Bueno, es una historia asombrosa, además conocías a Albert desde antes. Dijo Brun.
-Sí, pero casi nunca estaba, solo lo veía una o dos veces por año, me sorprende que me haya reconocido. Argumento Eric mientras sostenía la espada.
Para cuando se dieron cuenta, estaban ya cerca de las alcantarillas, y eran ya las cuatro de la tarde, con el otoño cerca, ya empezaba a hacer frío, pero solo eso, encerrados por un laberinto de árboles enormes, pensaron en hacer casas en los árboles, nunca se podía saber lo que podría pasar, y aunque aceptaron, no sabían cuando.
Cuando John escucho un crujido de hojas secas, ramas tiradas en el piso, y gemidos de esas cosas tomo a Vel por los hombros y lo acerco a su pecho.
-Son esas cosas. Dijo en voz baja Togam tomando con ambas manos un rifle se asalto, una Heckler & Koch G36, de color negro y lineas rojas que seguramente pinto ella. Jeim quito el seguro a su FN Minimi, color verde jade pintado por Albert en sus viejos tiempos. Vel tomo sus dos Walther P99 y esperaba el momento para meterle una bala en el cerebro a una de esas cosas con sus armas de color negro puro y brillos que se reinaban de darle una forma silueta perfecta en las sombras. Brun tomo una katana ligera y larga, con un mango de color amarillo ámbar. Jey saco un cuchillo, el mismo de antes pero ahora tenía más filo. Juria preparo su hacha y la recargo sobre su hombro, estaba algo perdida. Eric se puso en pose, preparando un golpe eficaz. Paty arrojo agujas amarradas con los hilos a los árboles.
Pero una de esas cosas apareció arrastrandoce, sin piernas, una cola de reptil y cubierta de escamas hasta la cintura, donde quedaba lo que parecía la cabeza de una serpiente, con manos enormes, largas y descomunales pero humanas, una cabeza de humano sin el ojo derecho pero unos colmillos de lobo que sobresalían, parecía como si un humano se hubiera fusionado con una serpiente cuando esta se lo estaba comiendo, pero en ciertas áreas tenían puntadas, y marcas de hilos. Subió por un árbol pero cuando salto fue cortada a la mitad por uno de los hilos, cuando cayo el cuerpo este seguía retorciéndole, y cuando paro, más salieron de las copas de los árboles, los arbustos, los montones de hojas secas, las alcantarillas y todas se acercaban a ellos, algunos con piernas y brazos de serpientes, otros normales, o hasta algunos sin cabeza y en cambio una cara de serpiente mal puesta.

miércoles, 22 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XVI

1PD: Bueno, ya que mis profesores se han estado portando bien, escribiré un poco, pero solo porqué mis profesores se han estado portando muy bien. Pero yo se que los exámenes se aceran... y eso será horrible D:

Capítulo 16- Velada

Yo me acuerdo estar con mi madre, era alcohólica por lo que nunca estaba en casa o, por lo menos despierta, mi hermana me quería mucho, demasiado y yo a ella. Cuando tenía unos catorce años aproximadamente, estaba en casa solo, mi madre había ido a conseguir dinero y mi madre estaba con su novio en su cuarto, yo no quería vivir en ese lugar, y prendí la televisión a mayor volumen que podía, y en eso estaba una noticia de una cierta enfermedad que se estaba esparciendo por Francia, Arabia y otros países, hasta que por fin, púes... Llego mi hermana azotando la puerta y gritándome que la apagará, me acuerdo que tenía medio sostén puesto, y el seno izquierdo estaba descubierto, yo solo me tapé la cara y apague la televisión, ella se fue y yo trate de ignorar eso, mi hermana estaba borracha, o drogada, no lo se.
Dos semanas después escuchaba a mis maestros discutir sobre una cierta cantidad de muertos en los países que había mencionado, la verdad es que no le ponía mucha atención, pero los días seguían así, hasta que llegue al punto de hartarme y buscar lo que pasaba, lo que encontré fue muy bago, así que me dispuse con un amigo hackear algunas paginas donde encontrar más información, así que empecé y al final encontré lo que quería, aún que en mi visita encontraba muchas otras cosas, pornografía, pedofilía, gore y otras cosas, todas muy extrañas. Pero lo que decía en la nota, o en las diferentes notas eran variadas, algunas hablaban de células que mutaban y contagiaban a muchas otras, o algunas que mencionaban su evolución, la verdad es que era un virus que asesinaba cruelmente, antes y después de morir.
Una semana después mi amigo se fue de la ciudad y nunca lo volví a ver, pero así comenzó, así empezó todo esto, investigue un poco de refugios y así, hasta que descubrí que a varías ciudades de mi casa, estaba un conjunto de camiones destinados para sobrevivir, y me aventure escapando de mi humilde casa gris y absurda como un gato que juego con un ratón en el agua, que desdicha me acompañaba, sin dinero, sin comida, solo unas cuantas monedas que le logre quitar a mi madre dormida.
Pero llegue y para mi suerte, apenas estaban pidiendo papeles, los entregue y subí victoriosamente. Eso es todo.

-¿Hablas en serio?
Pregunto Brun.
-Sí, eso ha sido todo, te lo aseguro. Dijo John haciendo una mueca.
-Pero bueno, me sorprende que tu solo llegarás a alcanzar los camiones. Admitió Jey tomando agua.
-Pero eso no quiere decir que seas un gran atleta. Comento Juria algo borracha ya.
-Gracias por dejarme escuchar. Agradeció Eric.
-No hay de qué, en fin iré al baño y a tomar una siesta, regresaré más tarde. Dijo John levantandoce y tomando a Vel del brazo, John no estaba en absoluto borracho a pesar de tomar unos cuatro o cinco vasos de vino y whisky.
-¿A donde vamos?
Pregunto Vel levantandoce forzosamente.
-Tu sígueme. Le dijo John.
Ya en el cuarto, John se recostó en la cama, y Vel le reclamo.
-Bueno, dime para qué me has traído.
-Bueno... Es que, quería contarte toda mi historia, no solo es eso, en sí lo es pero como un ligero resumen. Dijo Titubeante John mirando a los ojos de Vel, él veía los ojos verde obscuro y turquesa que jugaba con los brillos que hacían parecer una cristopasa pulida y cuidada, sus cabellos negros estaban estáticos con la mirada de John seria y sincera.
-Bueno... Te escucho. Dijo Vel sentandondoce a su lado.

Yo vivía en una casa llena de horror, mi hermana se drogaba constantemente y sostenía relaciones sexuales con su novio casi todos los días, y cuando él no podía, lo hacía con migo, no soportaba eso... Pero si se lo decía a mi madre, nos mataba a los dos, mi madre era de cabello amarillo pálido y seco, esponjoso y enredado, siempre salía por dinero, pero se iba a las calles transitadas en la penumbra todos los días a ser una... Una... Una prostituta que solo gastaba el dinero en alcohol y drogas, aveces llegaba o aveces no. Mi hermana se quedaba dormida en el piso con pedazos de ropa cubriéndole y aveces no, pero púes, yo la cobijaba con lo que podía, solo teníamos una televisión vieja y sucias, lleno de polvo, con las paredes sucias y desgastadas, los sillones ya no servían, te hundías en ellos como el agua y era el criadero de animales, las ventanas estaban tapadas de bolsas de papel, todas rotas y pedazos en el piso. Mi escuela era ligeramente bonita, pasto, buenos salones y todo, no me llevaba mal con nadie y tenía buenas notas, de hecho, algunas niñas de años mayores me pedían sexo a cambio de dinero, pero yo no iba a aceptar, así que mejor las ignoraba y me ponía a dibujar o ver las nubes moverse tan libremente en el cielo infinito azul celeste, como una bella hoja donde puedes pintar y expresarte, con un sol amarillo que segaba por su fuerza, pero lo soportaba, los rayos dorados del sol me calentaban un poco, siempre estaba frío, y eso no me gustaba, así que cuando acababa trabajos antes me salía al patio y me recostaba, observando y soñando con ser esas libres nubes.
Un día, mi madre llego y mi hermana también, ambas con un hombre, un maldito hombre que abusaba de ellas cuando se les antojaba, las violaba, les pegaba o aveces, hacía que ellas dos mantuvieran relaciones. Pero yo simulaba no estar, o dormido, en el piso con unas cuantas mantas escuchaba los gemidos, las palabras y peticiones de parte de mi madre y hermana.
Mi hermana aveces hacía tríos con su novio y yo, no podía negarme o si no, me corría o golpeaba su novio, nunca me gusto eso... Comenzaba desde que tenía catorce hasta que ya no podía más. Aveces comía un pan, agua, galletas o así, otras no comía nada, y algunas pocas tenía que casar gatos, perro, aves o ratas... Nuestra colonia era una verdadera mierda, no podíamos más que aguantarnos, odiaba vivir ahí, pero no podía irme, ¿quién las protegería? ¿Quién cuidaría de ellas? No había nadie, mi padre se largo con otra mujer mucho más joven que mi madre, nunca me quise acordar de su cara, ahora aunque quiera ya no puedo.
El día que mi amigo desapareció, unos hombres vestidos muy elegantemente, con trajes caros y finos, zapatos relucientes, con gafas obscuras y el cabello cortado de una manera militar, no me daban buena espina. Mi madre se levanto un poco ebria pero podía hablar y caminar, los hombres comenzaron a preguntarle cosas que ella no comprendía, pero cuando escucho que uno de esos dos hombre dijo:

-Entonces no sabe quién es la persona que la denunció?
Mi madre se volvió loca al escuchar eso, pero se contuvo, me miro fijamente pero descubrió que yo no había sido, fue mi hermana, pero ¿por qué? Así que los hombres preguntaban más y más cosas, hasta que mi madre se harto y los intentaba sacar, pero un tercer hombre con sombrero les dijo ligeramente. 

-Matenlos, ya no sirven.
Mi madre se alejo y al tratar de corres para escapar pensaba que me iba a proteger pero, en cambio, me aventó por un lado y yo caí en sofá rompiéndolo en dos, aún que cualquiera hubiera podido hacer. Mi madre entro al cuarto pero al dar su primer paso adentro de la habitación uno de esos señores le disparo en la espalda, ella no emitió un sonido alguno, solo sonó el impacto, y otro en el cráneo, solo cayo y dejo correr sus sangre en un charco enorme. Mi hermana llego tomada, no era de sorpresa, pero ambos la tomaron por el cuello y las manos, el tercero se acerco y comento algo, no lograba escuchar nada, el golpe me había afectado. Tomó la daga y le corto la ropa, pero se enojo al ver que mi hermana ansiaba tener relacione sexuales con él, así que tomo la pistola y le reventó un tiro en media cara, quitandole parte de la cara con su pistola, y tirando el ojo izquierdo por un lado cerca de mí, mi vista se fue haciendo borrosa y lo último que noté fue... Como el cuerpo de mi hermana se desplomaba y azotaba contra el suelo, yo no lloré, no podía sino se darían cuenta que estaba vivo.
Cuando logre recobrar la conciencia, me levante y cheque si algo me había sucedido, pero no, solo el golpe, y un raspón en la muñeca, gire mi cabeza para ver si mi hermana estaba o mi madre. Pero, no de la manera que yo quería, estaban completamente desnudas, y unos cuantos papeles en el piso, con expresiones de horror, les tape los ojos, no resistía mucho, no quería llorar, no por eso, no por ellas. Me levante, y comprobé algo que había escuchado, cuando alguien muere saca sus desechos, estaban en un charco marrón, de sangre seca y excremento café, solo me gire, y las deje, recogí mis pocas cosas, el dinero de mi madre mi hermana y el mío, pero, yo nunca quise dejarlas, las quería a pesar de todo, así que las limpie y vestí, las deje en sus camas, recogí la casa, y las tape... Después de eso investigue los de los camiones y me puse en marcha, siempre lloraba con sus caras sonrientes cada vez que veían por lo menos mis notas, mi madre sobre y mi hermana en sus cinco sentidos, un poco de alegría no le cae mal a nadie, ¿no?
Iba comprando comida, bebidas, cuando encontré una ciudad envuelta en cáos y destrucción, entré a las tiendas, pero encontraba a tipos teniendo orgías, o cadáveres en el piso, cuando por fin, encontré una tienda, de ahí saque toda mi ropa, era buena, toma una mochila más grande, podía con ella, ya había crecido mucho, por mi larga travesía, tome unas camisas, muchos pantalones, algo de ropa interior, una pijama, cobijas, zapatos, chamarras, me quede ahí por un tiempo, cuando salí todo estaba igual, carros en llamas, cenizas y periódicos en el piso, me bañaba ahí diario, aveces dos veces al día, no había nada que hacer, siempre estaba solo, ya no sentía dolor por mi madre ni mi hermana, no lo suficiente para llorar, cuando me di cuenta, ya llevaba dos años afuera, en esos dos años crecí mucho, tuve más músculos, era más alto, mi cabello estaba más largo, pero estaba vacío. Hasta que llegue a mi objetivo.
Y en efecto entregué todos mis papeles, todo normal, pero cuando te vi en el camión, algo en ti me llamo la atención, tus ojos me decían a gritos, que te buscara. Y lo intente, por un largo rato me pregunté ¿quién eras? ¿cómo eras? ¿podría gustarte?
Por eso, te fui observando, todo el camino, estaba en el camión que siempre iba alado del tuyo, te observaba desde mi ventana, veía como te divertías con Anny, quería conocerte. Con el tiempo, te fui conociendo, aún que tu no lo creas, yo me disfrace por un tiempo por que no tenía el valor suficiente para hablarte por miedo a lastimarme o lastimarte a ti.

Era yo aquel chico con pupilentes café, un gorro negro y el cabello teñido de negro, hablaba contigo, de muchas cosas, y te fui conociendo, me enamore de ti sin darme cuentas, pero yo no sabía que tu de mí si. No podía dejarme delatar, hasta que paso el incidente y reuní el valor para sentarme a tu lado, después de mucho tiempo hablándote, conociéndote más, y no me gustaba la idea de ser falso... Por eso te cuento todo eso, por eso.. Es que fui muy rápido. Te amo Vel, dime... ¿Tu me amas?
Vel se quedo sorprendido, y respondió.
-John.. No sabía, no sé que decir. Siendo interrumpido por la mirada brillosa de John que esperaba caer en lagrimas. -Pero, si... Y-yo... Te amo, te amo John.
John se levanto y lo beso, primero solo rozo sus labios ligeramente, luego fue más y más hasta hacer contacto y seguir con un baile entre sus bocas.
-Vel, te quiero mucho ¿lo sabes?
Dijo John alejandoce un poco y mirándolo con algunas lagrimas en sus ojos que caían ligeramente calentándole las mejillas.
-Nunca me imagine que fueras aquel chico, nunca me dijiste tu nombre, ahora se porque, y me alegra tanto que me lo hayas confesado, algo me decía que tu me gustabas, pero no sabía como... Pero cuando te conocí por completo, termine.. ya sabes. Confeso Vel sentandoce en la cama.
-Gracias, no quiero que nadie me vea llorar. Comento John acostandoce en su piernas.
-No te preocupes, yo te cuidare. Dijo Vel consolando a John.
-Es que... Extraño a mi madre... Y mi hermana. Dijo entre lagrimas John.
-Pero ahora me tienes a mí para apoyarte. Menciono consoladamente Vel.
Después de eso John se quedo dormido, y Vel regreso a la sala.
-¿Y John?
Pregunto Paty algo preocupada.
-Esta dormido, esta muy cansado. Explico Vel.
-Bueno, se esta perdiendo de la fiesta. Comento Juria ya borracha.
-Díganme que no ha hecho nada. Dijo Vel.
-No, yo la cuido. Dijo Eric un poco borracho también.
Y así paso la noche, dejaron de tomar un rato y Juria quedo dormida en el sillón hasta que Eric la llevo a su cama, todos estaban bien, hablando de cosas estúpidas, John entro a la habitación, con los ojos un poco hinchados.
-¿A pasado algo?
Pregunto preocupada Jey.
-John. Dijo Vel levantandoce enfrente de John. -Pensé que...
-No te preocupes. Le dijo callándolo con un beso. -Y no ha pasado nada, solo me quede dormido.
-Que lindo. Dejo escapar Paty y Jey al mismo tiempo, seguido de eso se giraron para verse a la cara y se regresaron con un puchero, Jorge solo se río un poco.
Ya altas horas de las noches, todos se fueron a dormir.
-Te quiero. Dijo John mientras Vel se acostaba.
-Yo igual, John, te quiero mucho... Disculpa si aveces no lo parece. Confeso Vel.
-No te preocupes, todo bien. Dijo John quitandoce los zapatos, y sentandoce en su cama.
-¿Vas a dormir hay?
Pregunto Vel.
-Sí, ¿Qué quieres decir?
Regreso la mirada a Vel.
-Pensaba en que... Tu...
Dijo Vel algo sonrojado.
-Ya entiendo. Dijo John con una gran sonrisa, y se dirigió a la cama junto a Vel.
-No hagas... Nada. Titubeo Vel.
-No te preocupes, no haré nada. Dijo John mirándolo.
Sus ojos de John parecían un par de textitias grises pero con ligeros brillos dorados y sombras negras con relieves morados, con su cabello alborotad como siempre, amarillo y ondulado, se quito el pantalón y lo puso en la otra cama y la camisa quedando en una blanca de tirantes, ambos estaban en bóxer, John tenía unos azules y rayas negras se le ajustaban mucho y se lo acomodo bajándolo un poco, hacía mucho calor pero después ser volvía más frío en la madrigada, por eso las cobijas. Vel con sus ojos verdes turquesa y destellos azules le encantaban a John, parecían indefensos cuando no lo era, hace ya tiempo que se conocieron, pero eso no significaba que no hubieran crecido, Vel tenía ya quince años, pero parecía de dieseis, con su melena negra y su piel blanca, era encantador, y John tenía la edad que aparentaba Vel, pero era alto y fuerte como alguien de diecisiete o dieciocho años,ambos se acostaron junto al otro, John abrazó con el brazo a Vel y esté se estremeció un poco.
En una noche fugaz y obscura ellos dormían flacidamente acurrucados, y los demás estaban en el quinto sueño, Eric se quedo en el piso en la habitación de Juria. Los demás estaban ya en sus camas.

lunes, 20 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XV

Capitulo 15- Segunda piedra


-Entonces… ¿Me toca?
Pregunto Jeim.
-Sí. Dijo Vel.

Empezó cuando yo estaba en la escuela, aburrido sentado en mi butaca mientras la aburrida anciana maestra de historia daba su clase, a decir verdad, en un cierto punto lo agradezco. Gente comenzó a hablar fuertemente sobre un tal animal que iba por las calles comiendo perros y gatos, yo ignoraba todo eso hasta una multitud de gente empujaba contra la reja de la entrada. Cuando finalmente mire detenidamente las expresiones de sus caras, una mirada vacía y tétrica, con la piel desgarrada y colgando de sus cuellos, mandíbulas, o hasta ojos tirados y moribundos en sus fosas, con las bocas ensangrentadas y titubeantes deseaban comida, y mucha.
Hasta que por fin, los maestros fueron a ver que estaba sucediendo, que gran error, a pesar de eso, se los agradezco, un profesor que estaba gritando calma y paz, se acerco demasiado, tanto que una de esas cosas le tomo de la pierna y la mano, le mordió el cuello fuertemente desgarrando los músculos y saliendo hilos a altas alturas y manchando los enormes senos que rebotaban con los saltos que daba por el miedo. Una maestra de cabello rojo y labios grandes aventó al profesor para que comieran más de prisa, y de paso, abrió la puerta enormemente y escapando al estacionamiento con una gran sonrisa de oreja a oreja.
La maestra por su acto era una maldita mustia (cara inocente, sucia por dentro). Las bestias entraron y comenzaron a comer a todos, alumnos, maestros, conserjes, hasta que mi maestra nos encerró en el salón, y esperamos largos segundos, minutos y unas cuantas horas hasta que llego la tarde, la maldita tarde de color amarilla, naranja y violeta, todos estábamos llorando en silencio, y quedando dormido profundamente, yo solo quería volver a ver a mi familia, mi pequeña hermana mi papá machista y mi madre tan humilde y amable, nunca las volvería a ver.
Cuando llego la noche, la luna era grande y brillante, cuando una de mis compañeras grito fuerte y completamente atónita, al voltear a la ventana y ver a su hermana siendo desmembrada viva por tres de esas cosas, después fueron cuatro, cinco y seis. Pero el giro le llamo la atención a barias de esas cosas, y azotaron contra la puerta tratando de entrenar, pero cuando mi profesora nos volteo a ver todos arrinconados contra una esquina, ella salió a distraerlos para que estuviéramos bien, y murió, cerrando la puerta rápidamente para que de este modo no pasaran, quedo en un silencio seco y fresco, y tocaron un poco la puerta, y la compañera más tarada pensó;
-¡La profesora! ¡Está bien!
Pero la muy estúpida abrió la puerta, y yo me metí al casillero lo más rápido que pude, y esas cosas se abalanzaron sobre ella, y pasando por la puerta empezaron con su cruel banquete de sangre y carne humana, yo solo me quede ahí durante un muy buen rato y por las pequeñas rendijas en forma lineal que dejaban ver la horrible vista, el horroroso gusto de… El impactante gusto de…
De ver como mis compañeros, mis amigos de la clase tercero E estaban siendo comidos entre dientes moribundos y ensangrentados de carmesí que quitaba la piel y desgarraba la carne con mordidas abrazadoras que si bien, manchaba las paredes, las butacas, sillas y piso de un líquido rojo, sumergidos en gritos de dolor y agonía, con exclamaciones de dolor y pedidas de ayuda, que nunca iban a escuchar.
Me quede ahogando gritos, lloriqueos y lagrimas que brotaban solas y calentaban mis mejillas, cerrando los ojos más que podía para no ver nada más, todo ceso, un momento pensé que había acabado, pero una de esas cosas se puso enfrente del casillero donde yo me escondía, se acerco y observo por un momento, de lo que me logro acordar es que, mi uniforme era gris con negro y rojo, siempre de zapatos y sin educación física, era aburrida y monótona.
-Que no sea quien creo que es.
Me repetía en mi cabeza para no hacer ningún sonido que llamará la atención de esa cosa, además de que por la cara y cabello que tenía era Monic, la compañera que siempre me gusto, de cabello café y brillos marrones, con piel morena y ojos azules, solo tenía un ojo y el otro le colgaba sujetada de un hilo, con los huesos de la mandíbula al descubierto y el cabello tapándole la vista, solo me daba asco y miedo, no de cómo se veía, si no, de lo que me haría.
Solo salté y la arroje fuerte, para mi suerte yo tenía más fuerza y era más alto, pero por ser una de esas abominaciones sus limitadores humanos no le servían, por lo que era muy difícil manejarla, por lo que decidí arrojarla por la ventana, pero en verdad solo me tropecé antes de estar seguro, igual no me arrepiento, cayó de cabeza y se destrozo el cráneo con el pavimento, estábamos a tres pisos arriba, salí corriendo y podía ver como alumnos eran comidos a la luz de la luna plateada que se veía, pero al final no le puse atención, yo llegue al estacionamiento para salir por detrás, con la esperanza de que la puerta estuviera sola y despejada, pero a cambio de eso, solo encontré a la maestra que abrió la puerta.
Viva y no muerta, yo habría jurado que estuviera muerta, pero no lo estaba, estaba viva la muy sin vergüenza, yo no tenía la menor idea de lo que podía suceder, así que corrí y la envestí por la espalda con mis hombros derrumbándola, y cuando me levante le seguí pateándola con lagrimas calientes y amargas que salían de mis ojos, con los gritos de niña malcriada que exclamaba ella logro llamar a los monstruos, tome sus llaves del piso y me subí a su pequeño carro, un Minicuper, encendí el automóvil y comencé a dar marcha sin pensarlo dos veces, dejándola tirada agonizando y sobándose el estomago, era rodeada por esas cosas y continuaban haciéndose más, hasta que por fin, perdí de vista el cuerpo que era sumergido en gritos y gemidos de dolor ahogados. Maneje hasta que llegue a fueras de la ciudad, me acuerdo de ver muchos carros en fuego, personas en llamas o tiradas las vivas solo disparaban a todo lo que se movía cerca de ellos, o personas que trataban de correr de ellas pero eran emboscadas y nunca lograban pasar mucho tiempo sin ser atrapados, además pase por casas cerradas además de escuchar gritos de niños, mujeres, hombre y hasta ancianos, pero a mitad de camino me quede sin gasolina, por suerte cuando cheque él mapa que tomé, a  unos pocos metros estaba una gasolinera que esperará tener ese oro negro, pero a mis suerte la encontré con aún gasolina, tuve que llevar el carro lo más cerca que pude y tome unas botellas o recipientes que encontraba, y estaba solo, sin algún rastro de esas cosas lo cual era genial, en esos momentos todos roban todo lo que pueden y aún que estaba media abandonada y no había nadie, quizá la gante se suicido y escapo, quién sabe.
Logre conducir unos cuantos kilómetros con poca comida que fui recolectando hasta que llegue a la ciudad de Obsret, creo que pase Sangail sin darme cuenta, donde me quede unos días y seguí mi camino, me quede sin gasolina y sin comida, por lo que busque y después de algunos días sin comer encontré los camiones cuando apenas estaban preparándose para salir, y logre pasar por inadvertido. Y así fue como estuve, unos días hasta que encontré a Brun, y convencí a los de mi camión para que te dejaran quedar… Y para su información yo no estaba viendo ese tipo de libretas, solo eran revista de chimes. Pero en fin, no logre ni he logrado superar toda esa muerte, de niños, amigos y todos… Cuando intento recordarlo, me acuerdo de la estupidez de esa chica tonta que causo la muerte de todos mis compañeros, no lo superare.

-¿Me quieres decir que estoy mintiendo?
Dijo Brun con mirada seria.
-No pero, bueno sí. Dijo Jeim algo confundido.
-Púes yo se que lo lograrás superar. Dejo escapar Togam con la voz un poco baja, todos giraron a mirarla y Brun con cara de sorpresa le pregunto.
-Dime Togam ¿Te gusta alguien?
-¿Qué? No, nadie me interesa. Dijo Togam tartamudeando sonrojada.
-Ya chicos, a Togam le puede gustar quien sea, no la molesten. Dijo Juria con una ligera sonrisa de diversión en la cara.
-Bueno, quizás me puede gustar alguien. Completo Togam casi susurrando a Jeim, nadie se percato solo Brun escucho ligeramente.
-¿Quieren algo de tomar?
Pregunto Juria.
-Agua por favor. Dijo Paty.
-No, yo hablaba de, alcohol. Corrigió Juria tomando una botella de su costado.
-¿Traes alcohol?
Pregunto Jeim.
-Si, tengo casi diecisiete pero eso ya no importa, se que quieren, ¿no se les antoja?
Insinuó Juria sacando una botella y una gran sonrisa.
-Me gustaría. Dijo una voz gruesa pero fuerte.
-¿Qué haces aquí?
Pregunto Juria escondiendo la botella detrás de ella.
-Sabes que no se puede tomar. Hablo la misma voz, pero esta vez un chico de dieciocho años con cabello amarillo como el oro, ojos azules como el zafiro iluminado por la luz lunar en una noche bella y encantadora, así eran sus ojos, encantadores. Con una gran musculatura marcada en las mangas de las manos, en su pecho y abdomen, de piel blanca, más musculoso que John por algunos cuantos músculos y una sonrisa encantadora. Luciendo una camisa blanca pegada al cuerpo, una chamarra de cuero negra y reluciente, con las mangas recogidas y unos jean’s algo ajustados, con un par de botas negras. Y en la oreja izquierda un percing metálico en forma circular y una línea en medio.
-Bueno, si quieres te puedo dar un vaso. Dijo Juria confiada.
-No estaría mal, no tomo pero, ¿por qué no?
Le devolvió la palabra a Juria velozmente. –Mi nombre es Eric, un placer.
-Espera, ¿desde cuándo estas escuchando?
Pregunto verazmente Vel con una mirada cortante como una espada y fría como el mismísimo hielo.
-Desde el inicio, me dio curiosidad su grupito, con Albert al mando es muy difícil tener amigos, pero ustedes lo lograron, mis felicitaciones. Argumento Eric.
-Puedes quedarte sin decir palabra alguna. Dijo Juria sirviendo los vasos con vino, cerveza y champagne.
-¡¿Qué?!
Casi gritando preguntó Jey.
-Si lo dejamos ir, nos puede acusar y no sabemos de lo que es capaz Albert, es mejor tenerlo de nuestro lado, además… Es guapo. Dijo Juria guiñando el ojo.
-Gracias, pero me gustaría ser su amigo y no ser un chismoso. Dijo Eric tomando la copa con vino en su mano y mirando fijamente los ojos de Juria.
-Es cierto, además… No vendría mal alguien más. Comento John recostándose en el respaldo acolchonado del sillón.
Todos tomaron sus copas, a excepción de Jey, Paty y Vel que se reusaron a tomar, pero los demás apenas llevaban un vaso, Jeim era quien estaba asombrado de ver alcohol en tanto tiempo, y los demás púes no les sorprendía porque no era muy increíble.
-Bueno, en fin, si no mal me equivoco me toca contar mí pasado… ¿Verdad?
-Sí. Confirmo Eric, siendo observado por Togam desconfiadamente.
-Bueno… púes…

viernes, 17 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XIV

Un pequeño aviso primero.
Antes que nada, solo podré publicar los viernes/sábados así que o desceseren por no leerlos entre semana.

Capitulo 14- La primera piedra

Empezó simple, estaba dormido en mi cama de sabanas azules, había tenido una cena muy rica y pesada con mi familia, no me acuerdo que día fue, si fue sábado o domingo, no lo se, si no mal me acuerdo, escuche gritos por fuera de mi casa, de una señora alegre y llena de vida de una manera exagerada, estando corriendo en la calle y gritaba a todo pulmón, ha todo lo que podía después de tantos años de tabaquismo. 
-¡Un milagro!
 Exclama la muy tonta, la señora a dos casas de la mía,la fumadora a la que llamábamos El Cigarro De Dios. Púes hace unas horas su hijo había muerto, me parece que por un rasguño que recibió cuando estaba visitando la funeraria. 
En fin, la mujer grito diciendo que había sucedido un milagro, su hijo se había levantado, cuando todos escucharon esto salieron de sus casas para ver si era cierto, pero lo único cierto es que desconfiaban de esto. Anteriormente en las noticias aparecían reportes de países que habían desaparecido,el contacto de ellos y solo mostraba vídeos caseros de como unas cosas en cuatro patas mataban gente, en un principio pensamos que eran bromas, o eran vídeos de leones o algo así, pero después aparecieron más y más, y algunos hacker's hicieron su trabajo y mostraron vídeos de cámaras de seguridad, militares y hasta grabaciones de cetros de investigaciones, donde se veían perfectamente las cosas, esas cosas horribles en cuatro patas, o debería decir manos. Los primeros países en caer y hundirse fueron, Italia, Inglaterra, Los Estados Unidos de América y Brasil. Pero se habían escuchado relatos de que esas cosas estaban aquí, en México... Pero como mi colonia era privada y además eran muy apegados todos a la iglesia, púes nadie les hizo caso.
Regresando a lo otro, las personas salieron a ver, pero cuando estaban abriendo la puerta el niño se lanzó contra la madre que habría la puerta de su cuarto, la muy babosa repetía.
-Tranquilo mi niño, mamá esta aquí. 
Pero cuando abrió los ojos como platos un ligero hilo de sangre salió de su seno derecho. Causando que todos salieran corriendo y gritando, la madre solo repetía lo de antes como estúpida sonriendo y acariciando al niño, pero este mordía y arrancaba la carne, le quito una mano y le destrozo el seno derecho. Y lo se porque mis papás y yo estábamos hasta adelante donde, podíamos observar todo... Fue ciertamente... Horrible.
Yo corría hacia la puerta con mis papás, pero al ver que mis piernas eran más cortas y no tenía nada de condición, así que mi padre se adelanto y tomo un florero, abrió la puerta pero... Una de esas cosas con media cara destrozada y dejando al exterior la mitad del ojo derecho y con un orificio para ver el cerebros morado y algo rosa al exterior.
Mi padre le metió el florero en el orificio y se quebrando en pedazos, derribando al monstruo con fragmentos del florero y mi papá con algunos en su mano pateó otro para que yo y mi madre pudiéramos pasar, pero mi madre se quedo ayudando a un viejo que se tropezó y no podía caminar, mi padre ayudó a mi madre cubriéndole la espalda así que yo me fui con un amigo, Tobias. Y nos dirigimos a su casa,  y desde entonces... No supe nada de ellos.

Pero estando en su casa,no estaba aburrido ni triste, no lo suficiente para romperme frente a él, su casa tenía una pared de ladrillo puro y una sola puerta de metal, con una reja detrás, y para colmo un gran patio con una puerta de metal en la entrada de la casa. Un lugar más seguro yo no conocía.
Nos la pasábamos jugando, viendo televisión, escuchando música con audífonos, y viendo estupidez y media en la computadora, eso hasta que la luz fue cortada unas dos o tres semanas después de lo del niño. Después de ello, hablábamos, jugábamos y me prestaba unas cuantas revistas. Todo bien, la comida aún nos quedaba mucha, el agua igual y empecé a ser ejercicio... No quería morir de una manera absurda.
Todo bien, pero cuando mi amigo soltó un grito porque se cayo de la escalera para ver si había alguna señal de vida haya afuera, y todas esas cosas escucharon, para nuestra suerte todo eso nos tapaba. Lo ayude a meterlo a la casa, cerré todas las puertas, pero una criatura bestial, estaba posada en el borde de la ventana con sus fosas abiertas y dientes enormes como cuchillos de cocina, de una manera primitiva, con la espalda curvada y una cola, larga y fina, cubierta de pelo ensangrentado. Yo trate de tomar la lanza, una arma que hice con un palo de escoba y un cuchillo, pero esa cosa se movió muy rápido y se lanzo contra mi. Forcejeando y golpeando en la cara a la cosa esa, se alejo cunado mi gran amigo Tobias la golpeo con el palo, me levante y atravesé esa cosa con la lanza, no salió sangre hasta que saque el arma, pero comprendí que no era algo parecido, si no... Era un perro, de muy mal aspecto y grotesco, con una musculatura normal, pero sus ojos llenos de hambre se desvanecieron lentamente, y su boca quedaba abierta tan dura como la mandíbula de un cocodrilo, y sus enormes colmillos nunca los olvidare. Cuando escuche muchos más ruidos de la ventana e atrás, mis amigo se asomo primero y me hizo una mueca de dolor, no sé si por la noticia o por su pie lastimado.
-Vete. dijo, yo al principio no entendía pero, cuando vi la ventana, una jauría de ellos se acercaban por los techos. 
-¡Vete! 
Me repitió, yo no quería pero... Si lo llevaba con migo, no serviría de nada y solo me retrocedería además de dejarme estancado hasta que se recuperará, así que tome una mochila y metí todo lo que pude en ella; agua, ropa, comida enlatada, un arma y otros tenis. Sin embargo, yo no quería dejarlo, pero no tuve de otra.
-Pero no olvides algo.
Tobias susurro mientras casi me iba por la barda atravesando la puerta, algo que me perturbo al principio... Pero después comprendí.
-Yo siempre te querré más que un amigo.
Me dijo casi llorando mientras él cerraba la puerta sujetando una pistola, y escuchaba los vidrios romperse. Me quede un momento en silencio inaudito además de sorprendido, solo escuchaba gemidos de pelea y disparos de lucha detrás de la puerta, del otro lado de donde posiblemente, sería un banco se sangre...
Solo caí en lagrimas y expresando lagrimas amargas por mi amigo, y padres... Y mi hermana que se había perdido hace tiempo.
Y después de unos instantes... me levanté y me sequé las lagrimas, y trepe la barda, y seguí por el borde, esperando escuchar un grito o algo, a lo mejor había ganado, tenía suficientes balas para todos, y si no aún tenía habilidades con las armas orientales, de hecho él fue quien me enseño a usar el arma... Pero no percibí nada, quizá debí de haber regresado... Quizá, solo quizá.
Cuando estaba paseando por un bosque a las afueras pensaba en lo enojado que estaba, con migo mismo por dejar solo y morir solo a Tobias, pero después me enoje con él, ¿Por qué habérmelo escondido? ¿Por qué nunca me lo dijo cara a cara? y decírmelo en el último momento, pudo haberme espiado, abusado o grabarme... Más no lo hizo, después solo llore al comprender que él, era un muy buen amigo mi amigo... De toda la vida. Y yo solo era un ignorante, desde entonces prometí por mi vida que siempre sería fiel a mis verdaderos amigos. Se me había acabado la comida, el agua y tenía mucha hambre, sentí que pude haber caído en cualquier lugar, en cualquier momento.
Cuando encontré los camiones, estacionados... Me acerque y cuando trate de decir Hola con una sonrisa en mi cara, caí en el suelo seco, hasta que desperté en un asiento con Jeim leyendo unas revistas por... Nosotros.

-Espera... ¿Eran perros con una cola fina?
Pregunto Juria.
-Sí. Asintió Brun.
-¿Eres de Abersdarm?
Dijo Juria algo emocionada.
-Sí. Volvió a responder hacía Juria.
-Caminaste mucho. Admitió ella cruzado la pierna.
-Lo se... Y me dolieron mucho las piernas. Admitió Brun.
Un momento incomodo reino la habitación, mirando todos a Brun, hasta que John pregunto.
-¿Un amigo se te declaro?
-Sí... Sigo sin entenderlo bien, pero a pesar que no le tenía el cariño que el tenía hacia mi, siempre recordare a Tobias. Argumento Brun bajando la cabeza y cayendo sus cabellos negros brillantes tapándole los ojos.
-Vaya, no me lo esperaba. Dijo Vel un poco cuidadoso de lo que iba a decir.
-Espera... ¡Yo no estaba viendo esas revistas!
Dijo casi gritando Jeim.
-Oh claro que si. Dijo Brun entre risas burlonas.
-Pero por supuesto que no.
-Entonces, ¿qué era esa mujer con una manta transparente pegada en los senos y la mano sobre su?, ya sabes. Dijo Brun casi susurrando.
-¡Que no!
Grito Jeim, poniendoce la cara colorada y con los cachetes calientes.
-Tranquilo, yo he visto más cosas. Dijo John señalando con el pulgar a Vel.
-¿Por qué me señalas?
Pregunto Vel apretando los puños.
-Ah, que te he visto tu- Siendo interrumpido por un puñetazo de parte de Vel.
John se sobó un poco la cara después de semejante golpe, y Vel le hablo con un tono alegre y comprensible, muy paciente a Jeim. Pero Vel estaba nervioso por lo que casi decía John
-En fin, te toca contar.

domingo, 12 de enero de 2014

Vivo por fuera y muerto por dentro XIII

Capitulo 13- Establecerse

Cuando la niebla se dispersó apareció una insignia, una espada con un manga largo, una hoja larga y fina estilo europea pero con filo parecido a las katanas, inclinada un poco y rodeada de plumas de ave, con algunos rayones sobresaliendo, todo de color escarlata.
-Olvidenlo. Dijo Vel, peor sabía que ese era el signo que tenía su padre, ¿porque?
-De acuerdo. Dijo Paty armonizando su voz con Jey.
-Esta bien. Dijo John tomándole la mano, Vel al sentirla se sonrojo un poco.
-Díganme... ¿Desde cuándo andan?
Pregunto Jey un poco sacada de onda.
-Eso lo hablaremos después de pasar guardia, ¿vale?
Dijo John con una sonrisa confiada.
-Esta bien, Repitió Jey.
Retirandoce todos hacia adentro del edificio, a dejar sus cosas.
-¿Estas seguro de contárselo?
Pregunto Vel hacia John con la mirada en él.
-Claro, son de confianza, de otro modo... Nos hubieran dejado morir y tengo algo que contarte, bueno, contarles. Dijo John tomando con un poco más de fuerza a Vel.
-Bueno...
Acabando con la conversación de ellos. John fue en dirección del camión y Vel a dejar sus cosas, ¿donde los ubicaron? En el tercer piso.

Cuando pasaban por las plantas, no todas eran iguales. El primer piso estaba solo, sin muebles, ventanas, o al menos una recepción, si no, solo paredes gruesas y grises de un metro formadas una detrás de otra, a manera que parecía la ondulación del agua, con un elevador automático. En el segundo piso era similar, solo que tenía armarios enormes. Ya en el tercero estaban las habitaciones, un pasillo largo que daba puerta a doce cuartos, cada una con puertas de acero, pero todas estaban llenas, entonces... ¿Dónde?
Cuando le preguntaron a Juria y Togam, y ellas respondieron, que en el cuarto piso no estaría nadie, ya que ese era la sala de estar.
Cuando subieron por las escaleras que aparecieron hasta el final del pasillo, lo primero que encontraron fue un sillón cubierto de plástico empolvado, una sala circular con una mesa de cristal sucio en el centro, y un tapis azul simple, con algunas decoraciones blancas, y paredes de color celeste, era el piso más placentero.
Contaron las puertas, todas de madera obscura pero no gastada, eran siete, con suerte se dividirían en dos, John con Vel, Paty con Jorge, Brun con Jeim, Juria se rehusaba a compartir cuarto con Togam, ambas eran muy diferentes, por lo que Jey también se quedo con un cuarto solo.
Pintaron con un plumón y una hoja los nombres de los ocupantes del cuarto en la puerta, así sabrían que estaba en cada uno.
Cuando John y Vel entraron, la  habitación tenía dos camas, solo el colchón sobre la base, armarios de tamaño normal, un mueble, un librero alto y regordete, una televisión, antigua, con un pequeño sofá enfrente de color vino. Y empezaron a acomodar cosas.
Con Jey, estaban dos colchones, un armario, un mueble con la tele, un sofá azul igual al otro, con un mesa de madera, dejo caer sus cosas y se hecho sobre el colchón.
Paty y Jorge encontraron lo mismo que Jey, a excepción del color del sofá, que en este caso era un verde suave y algo descolorido, y en lugar de la mesa, estaba una silla mecedora.
Juria por su lado tenía un colchón enorme, un armario más pequeño, una tele y un reproductor de vídeo, una mesa de vidrio y base de metal pequeña y un sofá pequeño de madera y terciopelo esmeralda, se sentó en el colchón empolvado.
Brun y Jeim, tenían dos camas, dos armarios, una computadora y una pantalla, con un sillón para tres personas de color gris con negro.
Togam tenía la misma cama que Juria, el mismo armario, el mismo modelo de sofá pero color naranja y una almohada café, pero sin tele, y un tocador de metal gris, estaba un radio de madera, muy antiguo.
Todos comenzaban a acomodar su ropa, tender las camas, con las cobijas en bolsas de plástico que se escondían en los armario, todos de color zafiro. Y buscando el baño, Paty grito diciendo;
-¡Ya lo encontré! Esta una puerta en los armarios, hay están los baños. Todos hicieron cazo al aviso de Paty, entraron en el armario, y encontraron un baño blanco y puro, con piso sin polvo y completamente limpio, además de tener un espacio amplio y fresco, pero no sabían si abría agua o por lo menos luz, si no, ¿De qué abría servido tantas cosas?

Después de acomodarse y descansar a sus anchas, revisaron si había agua hasta arriba, pero solo Togam y Juria, en el ultimo piso, se hospedaba Albert.
Y unos cuantos minutos de espera llegaron con la noticia.
-Chicos, hay agua y luz. Al parecer el agua es sacada de un río subterráneo, y estaba guardada bajo presión y un almacén que impedía su evaporamiento u contaminación. Dijo Juria triunfante.
-Además, la luz estaba sobre-guardada, era un laboratorio por lo que parece. Termino de completar a Juria.
-¡Genial! Grito John, rodeados de sonrisas por la noticia, les faltaba unos cuantos minutos para su guardia, decidieron después bañarse, las guardia solo duraría una o dos horas.
Paty se quedaría a cuidar a Jorge, sin saber de que él, quería estar solo, en su intimidad jugando o durmiendo, pero quería estar un rato solo.
-Paty... Si quieres ir no hay problema, enserio. Dijo Jorge con una cara alegre.
-Pero Jorge, tu...
-No hay problema, además, te necesitan haya, no creo que haya algún problema.
-Pero... Esta bien. Dijo por fin Paty después de pensar un rato si aceptaba o no.
-No te preocupes Paty, estará bien, y quizás haga una amiga. Dijo Jey bromeando, pero siendo callada por la mirada fulminante y enojada de Paty.
-Además, no creo que te venga mal estar un rato afuera, de cierto modo. Dijo John cuando le ponía la mano sobre la espalda, haciendo que ella se volteara y dijera.
-De acuerdo, solo no quiero que te la pases afuera o haciendo cosas que no puedas, ¿Esta bien?
-Si, no te preocupes. Dijo John.
Saliendo todos de l sala de estar, tomaron sus respectivas armas.

Albert les había dejado unos regalos en el piso de abajo, unos comunicadores, parecidos a un celular no tenía otra aplicación más que hablar.
-Que lindo de su parte, creo. Comento Vel tomando uno de los diez.
-Si, es algo muy extraño. Admitió Juria.
-En fin, nos van a servir ¿No?
Dijo Jey con una sonrisa de oreja a oreja y con un tono de burla.
-Espero que solo sean para comunicarnos. Susurro Togam entre dientes y con una voz silenciosa y seca.
-¿Dijiste algo Togam?
Pregunto Brun.
-No,nada. Dijo Togam con una mirada inexpresiva, pero Brun sabía bien que no era cierto.
-Igual, tenemos que estar atentos, esto durará unas dos horas. Les dijo alegremente Jeim para animar el ambiente.
-Tienes razón, por primera vez nos podemos quedar en una cama desde hace mucho tiempo, y bañar con agua caliente, además de un cierto modo...
Dijo sin terminar Vel.
-Estar entre amigos. Completo John sosteniendo su doble espada.
Se acomodaron de dos maneras, una a la que denominaron Frontal eran los peleadores de cuerpo a cuerpo estuvieran hasta enfrente, y la segunda Destellos que eran los que disparaban, y tenían que hacerlo rápido como la luz, Paty estaba adelante, ya que el espacio le impedía mover los hilos como antes.
Y así pasaron, largos minutos, algunos más largos que otros, algo aburridos, solo aparecían uno que otro Zombie normal, pero nada fuera de lo normal, en un suceso algo chistoso, fue que una rata paso y Vel como Togam y Jeim dispararon al mismo tiempo dejando al animal con piernas enormes agujerada por tres diferente balas.
Y hasta el final no paso nada, así acabo el turno y regresaron a sus cuartos.

Vel, sentado en su cama con la mirada perdida de el firmamento, lleno de estrellas coladas al final del crepúsculo azul obscuro, que pasa por el morado, violeta, naranja, rojo hasta el amarillo. John tratando de llamarle la atención, intenta gritarle, pero eso tampoco servirá, así que tomó unos bóxer de Vel de su cajón, e intento llamarle la atención agitándolos.
-Vel, si no me pelas, me pondré esto. Dijo John señalando la ropa.
Pero siguió sin decir nada, ni mirarlo, por lo que John se metió al baño sin decir nada.
Después de unos momentos, Vel reacciono.
-¿Y John? Que raro, bueno, si no esta me meteré a bañar yo.
Así que tomó sus cosas, y se metió al baño, pero el agua estaba chocando con el piso y recuerda todo lo que John le estaba diciendo.
-¡L-lo siento!
Exclamo Vel, pero al darse la media vuelta, vio sus bóxer verdes con lineas amarillas. -¡Dime que significa que tu tengas mis bóxer!
-No me pelabas entonces... Es tu castigo. Dijo John mientras se bañaba.
-¡¿Tengo un castigo?! P-púes... y-yo ¡haré lo mismo!
Dijo Vel azotando la puerta del baño y saliendo.
Cuando John salió de bañarse, Vel había ido a buscar un jabón diferente, por lo que paso sin nada más. Al momento de que Vel llegará, John se había ido, por lo que prefirió solo tomar los bóxer de John unos azules, solo los tomo y se metió al baño.
Quitandoce la ropa, algo enojado, solo dejo la ropa en el piso y se metió a bañar, el agua caliente le recorría todo el cuerpo, desde el cabello negro hasta la planta de los pies, quitando la suciedad del sudor y la tierra, se relajo, tomo aire y empezó a tallarce.
Cuando acabo, se seco con una toalla cerca de él de color blanco, tomo una camisa delgada sin mangas blanca, se secó el cabello negro y mojado, dejándolo desarreglado y húmedo. Tomo la crema y la esparció sobre todo su cuerpo, tomo los bóxer de John, azules obscuro los destendió y noto que eran grandes, más que los de él. Solo veía lo grande que le quedarían, pero no tuvo otra opción si no quería perder su orgullo, tomo unos jean's azul obscuro casi negro, una camisa negra con un dibujo de un lobo blanco, y la palabra WOLF en la parte de atrás, se puso el cinto, unos calcetines blancos y un par tenis grises de la marca Converse, y salió del baño.
Cuando salió estaba Jey sentada en su cama, y ella saludo.
-Hola, ¿Qué haces aquí?
Pregunto Vel.
-Vine porque escuché los gritos que tenía John, ¿Lo ignorabas?
Le regreso con una pregunta.
-No, claro que no, es solo que... Han pasado muchas cosas, estaba pensando. Se argumento Vel.
-Púes, deberías ponerle más atención. Dijo Brun entrando al cuarto.
-¿Desde cuanto estas aquí?
Pregunto exaltado Vel.
-Le dije que me acompañara. Dijo Jey. -Regresando a lo otro. Aún hombre como él no le gusta que los ignore, y menos su persona especial.
-Pero... No fue mi intensión. Dijo Vel.
-Lo haya sido o no, lo lastimaste, creo que lo más conveniente es que te disculpes. Dijo Brun con una sonrisa.
-Pero ¡¿Por qué?!
Exclamo Vel.
-Él trato de hablarte, y lo hayas hecho a propósito o no, lo lastimaste como dijo Brun. Explico Jey poniendoce de pie. -Entonces.
-Esta bien, creo que yo tuve la culpa. Admitió Vel un poco enojado.
-Igual no te disculparás estando así Vel. Comento Brun. -Es una noche importante, John nos dirá algo.
-Si... Además también hemos venido a ayudarte a vestirte apropiadamente. Dijo Jey viendo el armario.
-Pero... ¿Qué?
Siendo sentado por Jeim.
-Tranquilo, solo seguí a Brun. Dijo Jeim, y Vel exhalando.
-Esta bien, solo no le digan a John que me ayudaron.
-Tranquilo. Le susurro Jey a su oído.

Y así pasaron las horas, hasta que por fin salio Vel del cuarto, estando ya todos en la sala de estar y vistiendo ropa formal, más no elegante.
Paty con un vestido blanco, y un pasador en forma de ala de paloma, con zapatos blancos y guantes. Acompañada por su hermano Jorge, que tenía una camisa gris, un pantalón negro, y unos tenis del mismo color, con un abrigo azul tejido a mano por Paty.
Togam con un vestido corto azul obscuro y algunos detalles en azul celeste que combinaban con sus ojos, y unos tacones negros altos.
Juria solo traía un chaleco café, unos short negros y una camisa blanca, y botas, muy al estilo de ella.
Jeim una camisa blanca que dejaba ver sus musculosos brazos, con unos jean's azules y unos tenis azules.
Brun una chamarra negra y una camisa de cuadros abajo, unos jean's grises y unos tenis blancos, con algunas pulseras.
Jey un vestido negro con cadenas y correas, unas botas, guantes negros, nada fuera de lo normal. Jey, Brun y Jeim salieron antes para cambiarse.
Vel camino por detrás del asiendo donde solo Jey, Brun y Togam lo veían, todos voltearon a verlo. Con una chamarra carmesí, con gorro atrás y las mangas recogidas hasta los codos, una camisa negra con unas lineas blancas que simulaban llamas, los mismos pantalones, y unos tenis negro con rojo y gris, peinado de una manera atractiva y los ojos le brillaban como pequeñas lunas en el cielo limpio, sin nubes ni estrellas.
-Vaya, te apareciste. Dijo John con un tono hiriente, siendo golpeado por Paty en las costillas.
-Bueno... ¿Qué es lo que quieres contarnos?
Pregunto Vel sentandoce alado de John, pero él se alejo un poco y Brun le hizo una señal.
-Escucha, y más te vale que escuches bien, yo... Yo...¡Yo lo siento!... Siento haberte lastimado, estaba pensando en como se encontraba Anny. Disculpandoce Vel.
-Te tardaste un poco... Pero no te preocupes. Dijo John. -Solo no lo hagas otra vez.
Y Vel se acerca dar un beso a John, siendo interrumpidos por Jeim aclarandoce la garganta.
-Este... No quiero sonar grosero pero, ¿nos pueden contar?
-Ah ah, claro. Dijo John alejandoce de Vel, y dejándolo enrojecido como una manzana. -Les contare cobre mi pasado, no es me alegra mucho pero...
-Si no quieres hacerlo, no lo hagas. Dijo Togam preocupada.
-Ya se, yo contare mi historia. Dijo entusiasta Jeim. -Luego Brun, Juria y Togam, y luego Jey.
Siendo interrumpido por Jey.
-No recuerdo nada, lo siento. Dijo, y luego completo Paty. -Yo tampoco.
-No podemos, ni ella ni yo. Dijo Juria seria.
-Entonces, solo yo y Brun, ¿vale?
Dijo Brun.
-Claro. Comento John.
Y empezó Jeim a contar su historia.
-Todo empezó....

sábado, 11 de enero de 2014

Vivo por fuera y Muerto por dentro XII

Capitulo 12- Togam...

Una figura humana se encontraba descansando en lo alto de una piedra, húmeda y firme, de color gris obscuro con brillos azules. Estaba rodeado por agua, pura y transparente, brillosa que casi parece un espejo, reflejando la luna menguante, como si fuese la sonrisa de un niño, blanca e imponente. Los rayos de luz lunar se estampaban en la parte inferior de la roca, algunos peces se lograban ver en la transparente agua, de colores azul gélido, morado tranquilo y plata perla, desaparecían en instantes, estaba una pierna blanca y delgada colgando, era na mujer que posaba con su otra pierna sobre la barbilla, con camisa azul lavanda, shorts café claro, cabello ondulado y flotante en el aire, rojizo como fuego. brillantes brillos naranjas y sombras carmesí, estaba Togam, en la piedra rodeada de agua y hojas de flor de loto con pequeños peces gato nadando alrededor de ella, estaba con la mirada baja esperando dormir, sin embargo, el sueño la abandono sin más. Con los ojos llorosos y quebradizos, dejaban ver el dolor que se acumulaba en ella, ojos azules con ligeros brillos blancos y otros morado obscuro, relucían en el ambiente.
-¿Qué haces aquí?
Pregunto un chico, Togam se giro para ver quien le pregunto.
-Nada... Es mejor... Irme. Dijo ella mientras se levantaba, pero fe detenida tomándola de la mano.
-No te preocupes, me gustaría hablar. Dijo el joven, cuando ella decidió ver quien era, levanto la mirada para descubrir que era el chico de cabello de plata. -Siéntate, no te preocupes.
-De acuerdo. Dijo Togam sentadoce en el mismo lugar.
-Me conoces ¿no?
Pregunto el joven.
-No ¿Quien eres'.
Respondió Togam con otra pregunta.
-Alguien, Togam cierto. Dijo el joven metiendo la mano en el agua y algunos peces se alejaron de él a toda prisa. -Bueno, me gustaría saber... ¿Qué paso en el camión de los niños?
Volvió a preguntar.
-No puedo decírtelo. Dijo Togam con los ojos abiertos.
-Dime. Insistió el joven, con una sonrisa de oreja a oreja. -Solo escuche gritos de niños, y quiero saber porque.
-No, lo siento. Dijo Togam con fuerza, con un recuerdo atravesando su mente, solo recordaba los niños tendidos en el suelo con marcas en la manos, piernas, caras y espaldas. Recuerda el cinto con sangre y piel, las manchas en el suelo y a Anny, solo quería olvidar.
-¿Tu lo viste?
Pregunto repentinamente el chico.
-Si... Pero no es el momento justo para hablar de ello, si lo hago me...
Se detuvo Togam, si completaba la frase el ambiente de odio hacia Albert se hacía más fuerte. Pero sabía que él era capas de matarla si abría la boca.
-Esta bien, pero me lo contaras ¿verdad?
Dijo el joven calmado y con una mirada alegre.
El chico se levanto y le extendió la mano.
-¿Quieres venir, los camiones están listos para partir, te están buscando.
-Oh... Lo siento, gracias. Dijo Togam poniendoce de pie y siendo levantada por el joven, cuando escucharon un grito de victoria, era de Juria.
-¿Qué estará pasando?
Se pregunto el chico rascandoce la cabeza.
-Seguro peleo con alguien y gano.
-Seguramente. dijo él sonriendo.
En unos cuantos segundos de silencio se escucho otro grito. Pero esta vez de Brun gritando <<Togam>>.
-Te dejo, necesito informar que te encontré. Dijo el joven despidiendoce de mano.
-Claro, adiós. Dijo Togam un poco más calmada.
Pero aquel muchacho se iba algo decepcionado, sabía que algo paso en ese camión.

-Hola. Saludo cordialmente Brun.
-Hola. Dijo Togam.
-¿Dónde has estado? Te he estado buscando por todos lados. Dijo Brun descansando un poco, ella no sabía que él ha estado corriendo desde que Juria le contó que Togam había salido corriendo después de dejar el camión.
-En ningún lugar... Es solo que... Lo siento. Dijo Togam con la mirada fría.
-No te disculpes, además no tienes porque.... ¿A pasado algo?
Pregunto Brun preocupado.
-No... Bueno, sí. Dijo Togam lanzandoce a Brun para darle un abrazo.
Brun se quedo de pie sin saber que hacer, pero supo que hacer, y la abrazo. Togam empezó a contarle todo, quizás porque, él era la una persona en la que confiaba, si se lo decía a Juria, estaría acabada.
Cuando acabo, Togam se levanto y le dijo;
-Es mejor irme, me están buscando ¿no?
-¿Qué? No, ¿quién dijo eso?
Pregunto Brun algo alterado.
-N-nadie, fue cosa mía. Dijo titubeando mientras recordaba al chico.
-Bueno, es un lindo lugar ¿no crees?
Dijo Brun mirando el lago.
-Si, lugares así me tranquilizan. Admitió Togam.
-Que bueno. Dijo Brun.
-Será mejor regresar, si no pensarán mal. Sugirió Togam tomando del brazo a Brun.
-Ah, claro.
Al estar caminando en el bosque rodeados de árboles Brun se tropeso con un rama que sobresalía del la tierra, Togam lo agarro y quedando algo juntos, a unos escasos centímetros de distancia.
Togam apenada y sonrojada como tomate se alejo, pero Brun la tomo de la muñeca, y al estar perdiendoce en los ojos de Togam, Brun le dio un beso tocando sus labios, por su parte Togam no se resistió, a pesar de ser unos cuantos momentos, Togam sonrió y se fue corriendo, quedando Brun impresionado de sí mismo.

En la mañana soleada y algo calurosa, estaban los chicos platicando de quienes se les hacían bonitas, sus experiencias y la vida que tenían antes.
Vel estaba muy ocupado leyendo la saga de los siete pecados capitales, John dormía, Jeim y Brun estaban hablando de lo mismo, Paty cuidaba a su hermano.
-Paty, ¿cómo manejas los hilos?
pregunto Jeim.
-Oh, es simple, en mi familia me enseñaron gimnasia y ballet, y cundo tenía doce me enseñaron a maniobras hilos, y después encontré los hilos metálicos en la habitación de mi madre cuando todo eso empezó. Respondió Paty alegre.
-Entonces... ¿Eran de tu madre?
Pregunto algo temeroso Jeim.
-Si, eso me parece dijo Paty. -Pero solo e manejar a lo mucho diez u once, pero a diferencia de los que encontré, con más de cuarenta.
-¡Wow! Esos son muchos. Dijo Jeim impresionado.
-Si, y me gustaría manejarlos todos.
Vel cerrando el libro de pasta rojo sangre, se dio cuenta que en la portada, estaba un escondite cuando paso su mano sobre la superficie apreciando la portada.
Una portada hermosa, con una figura humana y una ala abierta que salía de su espalda, todo era una sombra y delante de ella, estaba un océano rojo, era de pasta gruesa, con un listón negro que separaba las hojas donde se había quedado. Y en el escondite, ubicado por debajo de un relieve peculiar en el mar, estaba un nota. Y decidió despertar a John.
-Mira, una nota antes del incidente. Dijo Vel enseñando cuidadosamente el papel.
-¿Qué?
Pregunto John aún con saliva seca en su boca, y los ojos entre-cerrados.
-Una hoja antes del fin del mundo. Le murmuro a John.
-Esas cosas están prohibidas, ¿dónde lo encontraste?
Pregunto John sorprendido.
-En el segundo libro, y estoy seguro que hay más en los otros seis, tenemos que leer.
-¿No es muy peligroso?
Pregunto John acomodandoce en el asiento.
-¿Y?
Dijo Vel. -De igual manera, no podemos vivir en la ignorancia siempre.
Y tenía razón Vel, tanto él como todos, tenían dudas de lo que había sucedido.
-Y dime, ¿Dónde lo leeremos, sin que se den cuenta eh?
Pregunto John.
-Simple, en la siguiente pelea, siempre descansamos un poco, porque no en ese momento. Dijo confiado Vel.
-Me parece buena idea, pero ahora... Solo déjame dormir. Dijo John dejando escapar un bostezo y cerrando los ojos.
-De ninguna manera, son las diez de la mañana, es muy tarde como para seguir durmiendo. Dijo Vel moviendo a John.
-Déjame. Dijo John mientras trataba de quitarlo con una mano.
-No, mejor levántate. Dijo Vel mientras seguía molestando a John.
-No quiere que te deje solo ¿verdad?
Dijo John girando la cabeza.
-¿Q-qué? ¡No!
Exclamo Vel, y todo el camión escucho su grito de protesta.
Seguido de esto, Vel se metió al baño y se lavo la cara.

-¿Escuchen bola de insectos, lamento informarles que, tendrán que dormir todo lo que puedan, porque mañana por la noche pasaremos por un bosque, con árboles muy grandes que incluso tapan el sol, así que estaremos a oscuras, con edificaciones abandonadas y quizás... muchas de esas cosas!
Dijo Albert a través del micrófono. -¡Estoy hablando de Chernobyl!
Vel no le sorprendió para nada eso, mientras a los demás los tenía horrorizados.
Hace mucho tiempo que paso eso, sin embargo, la radiación dejo de existir, quizá porque la guerra bioquímica-nuclear absorbió todo.
En el dos mil catorce cuando las primeras pruebas de una sustancia que recudiera o aniquilará la radiación de ese lugar se llevaron a cabo, se intentaron muchas, pero intento tras intento, nada lograron. Cuando dejaron ir una espora experimental hecha en el mismo lugar se lanzaron por encima, cubriéndola de polvo rojo y naranja, se lanzo un liquido denominado STAM en honor al grupo de científicos que lo crearon, un incendio se hizo presente, no cualquiera, un fuego que prendía en llamas el aire, o más bien, el aire contaminado de radiación, pero no quemaba la materia en sí, solo lo limpiaba y no dejaba cenizas, todo fue por accidente, solo querían jugar un poco con su creación de color amarillo, por lo que, no fue más que suerte. Cuando seso el fuego, revisaron si aún quedaba radiación, pero nada, cero.
Pero en el centro de la ciudad se encontró una esfera denominada LIFE que fue llamada así por su estampado tan parecido a flores, era morada y azul, de un manera circular que se mantenía en el aire manipulando las energías electromagnéticas, pero fue tomada y llevado a otros centros de investigación, y hasta hay saben todos.
En la ciudad, el fuego hizo crecer a las plantas infectadas de una manera asombrosa, quedando así, El bosque de la vida.
Aún así, la gente se negaba a regresar a ese lugar, por el simple hecho de que, tenían miedo, pero ya no había radiación.
-Nos quedaremos en el centro, en algunos edificios. Los jóvenes se quedarán a cuidar como guardias, esta prohibido, salir corriendo como niñas, ¡¿Me escucharon bola de miserables?!
Gruño Albert y cerrando la comunicación verasmente.
-Vaya pedazo de idiota. Dijo Paty con el seño fruncido.
-Vaya, no sabía que te enojarás niña.
-Cierra la boca. Mascullo Paty y siguió tejiendo.

Cuando estaban llegando, algo le pareció muy peculiar a Vel. El aire y el lugar estaba infestado y sumergido en una bella niebla plateada, apenas susceptible para los conductores, y rodeados de árboles enormes y majestuosos, les impedían la luz del sol naranjo y amarillento. Vel intento no perderse en la espesa niebla, pero se dispuso a leer, en el pecado de la soberbia estaba recolectando los papeles que se encontraban en cada una de las portadas, sin que nadie los observara.
John apenas se estaba despertando del sueño profundo que tomo cuando estaban a mitad de camino, Paty dormía junto a su hermano, que por primera vez no vestía con la mascara blanca, con los ojos cerrados, pestañas agrandes, piel morena clara, cabello café largo y algo rizado, con camisa azul claro, despierta y con unos ojos grandes color verde observa el alrededor, pero, ¿De qué estará enfermo?
-Hola Jorge. Saluda con una sonrisa amigable en cara y meneando la mano Brun.
-Hola. Devolvió el saludo Jorge y luego pregunto. -¿Ya llegamos?
-Si, solo falta estar un poco más cerca de un edificio en buenas condiciones.
-Entiendo, me despiertas cuando logremos llegar ¿si?
-Pero por supuesto. Dijo Brun sin dejar la sonrisa.
Cuando se estacionaron no pasaron más que veinte cortos minutos en la mente de Vel y largos en los de John. Cuando Albert encendió el altavoz.
-Escuchen, nos quedaremos un largo rato en el edificio adelante de los camiones, al parecer se han dañado los filtros que hacen la gasolina y tardaremos en arreglarlos, además de que tendrán que ir a buscar la comida para que nosotros podamos vivir, el edificio esta en buenas condiciones, sin embargo, lo malo es que es una presa fácil para esas cosas, los jóvenes se encargarán de resguardarnos, tomarán turnos mientras nosotros dormimos y preparamos lo demás.
-¿Nosotros? ¡Ha! Callare payaso. Dijo Jeim entre dientes.
-El cazo es que, aproximo un mes en este estado, hasta que logremos hacer funcionar los camiones, les diré rápidamente algunas cosas del edificio antes que se bajen como animales.
El edificio es el mejor a diferencia de otros, tiene puertas y ventanas reforzadas, antes fue un refugio cuando el milagro del Bosque de la vida apareció, en fin, los jóvenes estarán en las plantas de abajo, los adultos en medio, los niños y ancianos hasta arriba.
Y corto como si nada la conversación, cuando todos no tuvieron nasa más que organizare.
El grupo de John, Vel, Jey, Brun, Jeim, Paty y Togam serán los terceros, con un cambio de doce por día todo estará bien.
Cuando Vel observo el edificio le pareció muy peculiar y le pareció reconocerlo casi al instante.
De metal frío, gris, con ventanas de cuatro centímetros aprueba de explosiones, brillantes, puertas gruesas y anchas, de unos doce o trece pisos le precio contar, aunque algunos pisos desaparecían por la neblina, con puertas gruesas y pesadas en cada piso hasta el cuarto.
-¿Pasa algo?
Le pregunto John a Vel.
-Parece como si lo conocieras. Dijo Juria llegando con Togam apareciendo en la niebla como fantasmas.
-No es nada. Comento Vel cuando todos estaban bajando maletas y mochilas.
-Parece que has visto algo en ese edificio. Comento Paty caminando junto con Jorge acercandoce a una puerta.
-Es enserio... solo que...
Dijo sin terminar cuando todos iban sacando sus mochilas entre hombros.
-Enserio, ¿Pasa algo?
Insistió John.
-Es que, se me hace muy familiar. Dijo Vel observando un figura ópacada por la niebla moviendoce.